Edúcale en el lado positivo de la vida

Todos los padres desean la felicidad para sus hijos, que queden desterrados de sus vidas los sufrimientos, la soledad, la angustia de no ser, el agobio de no poder, y todos esos monstruos que hacen que los seres humanos caigamos en pozos insondables de los que tan complicado es salir. Pues si ya para nosotros es un auténtico infierno, imaginaros a los niños que son educados bajo la constante amenaza de un mundo negativo y sin expectativas.

Así que lo mejor es aplicar, lo que ahora está de moda y han dado por denominar, «psicología positiva» y que, al fin y al cabo, consiste en encauzar nuestras emociones y sentimientos a través del optimismo. De este modo, y con esta actitud abierta y libre, conseguiremos muchos más éxitos y que las cosas, a nuestro alrededor, funcionen mucho mejor.

¿Y cómo podemos aplicar ese concepto en nuestro pequeños? El camino más directo es la risa. Los bebés poseen una innata facilidad para alegrarse por aquello que les resulta agradable, así que compartamos con ellos esa alegría de estar vivos, de estar contentos o, simplemente, de estar. No olvidar que reírse con ellos no significa reírse de ellos, que con esto conseguiríamos el efecto contrario.

Juguemos a disfrazarnos, a convertirnos en personajes divertidos, simulemos caídas jocosas, compartamos chistes, dediquémonos cosquillas y hagamos que estos ratos divertidos formen parte de nuestro día a día, del mismo modo que comemos o dormimos.

Pero la base del optimismo, sin ninguna duda, es la seguridad de sentirse querido, respetado y valorado. Así que no tenemos más que demostrarle, siempre que podamos, cuanto lo queremos, lo orgullosas que nos sentimos de ellos, al mismo tiempo que les dulcificamos los momentos de frustración en los que no pueden conseguir algo, alentándoles a que continúen practicando o ya lo conseguirán cuando sean mayores. Como en tantas otras cosas, solo el amor es la llave de todos los éxitos.

Vía | Ser padres
Foto | El club de los pequeños soñadores

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