Se educa con el propio ejemplo

Se educa con el propio ejemplo

Escrito por: Mónica M. Bernardo    23 septiembre 2010    2 minutos

Estoy harta de encontrarme con padres por todas las esquinas que no hacen nada más que despotricar de esto y de aquello. Y es que parece que nada les parece bien. En el parque se quejan porque hay niños que no quieren jugar con sus hijos, en el cole parece que la profe ya le ha contestado mal a su pequeño (y van dos días de cole), en el super nadie respeta a sus hijos en la cola, en la calle van atropellando a sus pequeños por las aceras…

Y seguro que hay algo de verdad en todo esto, qué duda cabe. Ya sabemos que hay mucho individuo por ahí que no soporta a los niños y trata de hacerles de meno o ignorarles si hace falta llevándoselos por delante. Pero que todo el planeta se haya confabulado para que los hijos de estos papás de los que os hablo… sinceramente me parece un pelín descabellado y egocéntrico. Y, con total sinceridad, creo que el problema está en la educación que ofrecen esos padres.

Siempre he sido de las que ha defendido la teoría de que un niño hace determinadas cosas por culpa de la educación que recibe en casa, que gran parte de la culpa de cómo se comporten es de sus padres. Me la han discutido muchas veces. Y la frase que más me gusta que me digan es aquella de: «Fulanito tiene dos hijos, los han educado a los dos igual y mira cómo ha salido el pequeño».

Ajá, esa es la clave. Nunca se educa igual a los hijos. Ni las circunstancias son las mismas, ni la edad, ni la cultura, ni la posición social, ni la economía, ni el trabajo… todo es diferente, por lo que la educación es distinta. Probablemente se mantengan los valores, en algunas familias lo dudo, pero es lo único.

Y queridos amigos, permitiéndome el lujazo de mandar un mensaje de una madre de más de un hijo (que no consejo), la educación se enseña fundamentalmente con el ejemplo, con el propio ejemplo. Muchos valores, ir a la iglesia el domingo o mucho colegio de pago si los padres están todo el día despotricando contra todo, eso… sí eso y no otra cosa, es lo primero que van a aprender sus hijos.

Foto | Catolicidad

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