Economía familiar: ¿Para qué sirve un fondo de emergencia?
Uno de los cambios que se produce en el proyecto de vida familiar de una persona se manifiesta con la llegada del primer hijo. A partir de esa fecha, comienza una nueva etapa en la que conviene analizar con más detenimiento la gestión de las finanzas personales.
El ahorro es un proyecto a largo plazo que incrementa la seguridad económica y, a su vez, este aspecto aporta tranquilidad, al tener los medios básicos para atender posibles imprevistos. Existen distintos tipos de productos financieros que el ahorrador puede utilizar con un objetivo concreto, como verás a continuación.
Qué es un fondo de emergencia
Un fondo de emergencia es uno de los recursos más utilizados para incrementar la capacidad de respuesta ante una situación que rompe con el presupuesto realizado para un periodo determinado. De este modo, al invertir en este objetivo de ahorro, la familia cuenta con esta fuente de apoyo para atender ese asunto, sin tener que buscar otras vías alternativas. Por ejemplo, no es necesario solicitar un crédito (con el compromiso que implica la aceptación del mismo).
Un fondo de emergencia, como su propio nombre indica, está destinado a cuestiones relevantes que tienen ese carácter urgente. Por tanto, el dinero depositado en esta cuenta bancaria debe estar disponible en cualquier instante.
En algún momento, puede producirse un cambio en la situación profesional del padre o la madre del bebé, como consecuencia de un periodo de desempleo. En ese caso, un fondo de emergencia ofrece una vía de financiación para hacer frente a los gastos durante un tiempo.
Qué es un fondo de contingencia
Pero, a su vez, conviene diferenciar este concepto de otro medio de ahorro: un fondo de contingencia. ¿Cuál es la finalidad de este instrumento? En este caso, el propósito principal del dinero depositado en dicho fondo es atender gastos inesperados, pero más pequeños.
Por ejemplo, la reparación de una avería en el hogar, la compra de un nuevo producto para el bebé o la renovación de un electrodoméstico, tras haber agotado su vida útil el aparato anterior. Un gasto inesperado es aquel que no se había previsto de manera objetiva y, por tanto, no se ha contemplado como tal en el presupuesto reservado para ese mes. Por ello, ese hecho concreto tiene la capacidad de alterar la organización de esas semanas.
Para evitar que eso suceda, es recomendable anticipar ese tipo de posibilidad, aunque finalmente no se dé en un periodo determinado. Los imprevistos sí forman parte de la vida, por ello, de manera inevitable hacen acto de presencia en cualquier circunstancia. Y un fondo de este tipo está destinado a atender ese asunto. Conviene diseñar un plan de ahorro que sea realista, es decir, debe estar adaptado a las circunstancias personales, para avanzar en esa dirección.
Un fondo de emergencia y un fondo de contingencia pueden ayudarte a organizar tu futuro familiar, utilizando en cada caso el medio más conveniente.
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