Economía de fichas: qué es, para qué sirve y cómo se aplica
Existen diferentes técnicas de modificación de conducta que ponen el acento en el refuerzo de acciones positivas, aquellas que los progenitores quieren potenciar en su hijo. Una de las herramientas que se alinea con dicho objetivo es la economía de fichas. Es una dinámica que permite hacer un seguimiento del comportamiento infantil contextualizado en diferentes días de la semana.
Es decir, el ejercicio adquiere la forma de una tabla que muestra un seguimiento de las acciones realizadas. Estas quedan señaladas con fichas que adquieren un sentido muy valioso para el niño, puesto que facilitan el acceso a diferentes recompensas. Sin embargo, hay que señalar que el premio alcanzado a partir del número de fichas debe ser simbólico, emocional y educativo.
Cómo implementar la técnica de la economía de fichas
Hay algunos factores que conviene analizar para planificar el proceso. Por ejemplo, concreta cuál es la conducta que quieres potenciar en tu hijo. En este apartado es posible querer abarcar demasiados aspectos. Por ello, es preferible acotar el propósito para incidir de forma directa en un ámbito en concreto. Puede aplicarse como un medio de motivación externa para crear y fortalecer un hábito. Es una técnica muy visual puesto que las fichas o pegatinas que quedan perfectamente enmarcadas en la tabla representan una información que el niño comprende.
Es importante concretar el valor que adquiere un número de fichas específico. En ese momento, el niño puede disfrutar de una experiencia que sea significativa para él. Es decir, es esencial que se ajuste a sus preferencias, expectativas e intereses. El premio no se improvisa como una consecuencia agradable, sino que es una información que el niño conoce de antemano. Forma parte de la propia dinámica de la economía de fichas como herramienta de refuerzo positivo.
Etapa de finalización en la economía de fichas
La utilización de la técnica de la economía de fichas es temporal puesto que persigue un propósito principal: la consolidación de un hábito. Y esta dinámica potencia el refuerzo positivo y la motivación externa. Pero su finalidad a largo plazo no es que el sentido de una acción dependa de la recompensa posterior. Por ello, el desvanecimiento es una de las fases más importantes de la economía de fichas.
Se aplica cuando el niño ya ha mostrado una continuidad en la rutina que ha afianzado. En ese instante, se procede a la retirada gradual de esta técnica. Es la etapa final del proceso y, en ese contexto, es posible adoptar un nuevo criterio para adquirir las fichas. La técnica se aplica como un juego divertido para niños. Sin embargo, el refuerzo positivo no depende, únicamente, de la expectativa del premio. Las acciones realizadas también deben estar acompañadas por el reconocimiento emocional.
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