La ecografía en el embarazo, totalmente segura para el bebé

Son muchas las embarazadas que todavía tienen dudas sobre la seguridad de las ecografías que se realizan a su bebé a lo largo de la gestación. Como si de un aparato diabólico se tratara, algunas lo miran con recelo, pensando que quizás esas ondas que nos traen la imagen del bebé puedan estar perjudicando su desarrollo. No en vano, no hace tantos años que estas pruebas resultan algo impensable, como si se tratara de pura ciencia ficción.

Tanto para las que lo creen o las que tengan una mínima duda, es necesario que sepan que la ecografía no supone ninguna molestia para el bebé, es totalmente segura, además de necesaria, sobre todo para descubrir si existe algún problema en su desarrollo y si se puede subsanar antes del nacimiento. Pero ¿sabes cómo funcionan las ecografías?

Para que la imagen se pueda ver perfectamente en el monitor, el ginecólogo nos extiende, sobre el vientre, un líquido viscoso que sirve como material conductor entre el exterior y el interior. A continuación irá pasando sobre nuestra barriga una sonda que emite ondas de ultrasonidos. Estas ondas tropiezan con partes sólidas como los huesos y los músculos y, al rebotar sobre ellos, nos devuelven la imagen de lo que está ocurriendo en el interior. Por eso, además de para observar a nuestro pequeñín, también se utiliza para diagnosticar otras enfermedades que no son visibles.

Si en el momento de realizarte la ecografía el bebé está dormido, el médico empujará tu vientre para que el bebé despierte y se mueva, de este modo el diagnóstico será más preciso, pudiendo medir también su ritmo cardíaco. No te preocupes porque él nota un ligero balanceo, nada que nos pueda preocupar. Debes pensar que tu vientre lo protege perfectamente de todo lo externo.

Vía | Ser Padres
Foto | Inatal

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