Divorcio: qué puedes hacer si tu hijo no acepta a tu nueva pareja

Divorcio: qué puedes hacer si tu hijo no acepta a tu nueva pareja

Escrito por: Maite Nicuesa    24 julio 2023    4 minutos

¿Has iniciado una nueva relación sentimental después del divorcio y tu hijo no acepta a tu nueva pareja? ¡Consejos para gestionar una situación que es muy frecuente!

Los cambios son continuos en el ámbito familiar, sin embargo, algunas novedades son más difíciles de asimilar. En ocasiones, parece que el niño se ha adaptado sin grandes dificultades a la nueva realidad del hogar tras el divorcio. Sin embargo, el punto de inflexión más visible se produce cuando uno de los progenitores inicia una relación sentimental. En ese momento, si el vínculo se consolida, el niño entra en contacto con un nuevo lazo afectivo.

Si te encuentras en esa situación, es posible que la ilusión de un nuevo amor contraste con el modo en el que te sientes cuando percibes que tu hijo no se lleva bien con tu pareja (y no parece que el proceso de conocimiento entre ellos vaya a ser sencillo). ¿Qué hacer cuando tu hijo no acepta a tu pareja? En El Blog Infantil compartimos cuatro consejos.

1. Recuerda que tú eres el adulto: enamorarte e iniciar una relación es tu decisión

Este escenario puede llegar a resultar tan complejo para quien está implicado en esa encrucijada que el diálogo interno aborda diferentes puntos de vista sobre la cuestión. Tal vez tu hijo no acepte a tu nueva pareja (y tiene derecho a sentirse incómodo ante la nueva situación). Pero tú también mereces iniciar una nueva relación sentimental si es tu deseo. Es decir, aunque el cambio también influya en su vida, es un factor que incide principalmente en tu propia biografía. Puedes hablar con él para transmitirle tu alegría y tu perspectiva positiva ante la nueva etapa que comienzas.

Como Actuar Si Tu Hijo No Acepta A Tu Nueva Pareja

2. Intenta ver qué hay más allá de su enfado, frustración o llamadas de atención

Si tu hijo no acepta a tu nueva pareja, tal vez percibas comportamientos o reacciones que no son habituales en él. Quizá quiera llamar tu atención o expresar su enfado. Las emocionses y sensaciones que experimenta pueden alinearse con el miedo en diferentes formas. Por ejemplo, tal vez le preocupe sentirse desplazado. A lo mejor cree que el nuevo escenario familiar puede tener consecuencias negativas para él. Contextualiza la situación porque es temporal. Ten paciencia para afrontar el proceso desde la empatía.

También puedes dialogar con él para intentar profundizar en las causas del rechazo. En la mayoría de los casos, el posicionamiento no parte desde un punto de vista personal, es decir, no se basa en datos objetivos y en razones de peso que indiquen que la otra persona no es una buena influencia para el menor. Pero es positivo que escuches a tu hijo para conocer su punto de vista.

3. Límites y normas: nunca se deben permitir las faltas de respeto

Ser comprensivo, tener empatía y potenciar el acompañamiento emocional son aspectos valiosos para fortalecer el vínculo con el hijo. Sin embargo, esta perspectiva no debe confundirse con la permisividad ante acciones, palabras o comportamientos que muestran alguna falta de respeto hacia el progenitor o la nueva pareja. Es decir, aunque la situación familiar ha evolucionado, las normas y los límites siguen siendo esenciales en la educación y la crianza.

Como Actuar Cuando Tu Hijo No Acepta A Tu Nueva Pareja

4. Respetar los sentimientos del niño y sus ritmos

La posición del niño puede evolucionar de forma gradual si comparte planes agradables en tu compañía (y en la de tu pareja). Pero su respuesta no debe estar condicionada por las expectativas de los adultos. No debe sentir la imposición del entorno que espera que se comporte de un modo determinado. La colaboración con tu expareja también puede ser clave para que el niño no se sienta en una encrucijada habitual en este tipo de situación, es decir, quizá experimente un conflicto de lealtades. Por ello, conviene recordarle que él no tiene que elegir entre ambos.

Cuando una persona inicia una relación sentimental tras un divorcio, vive el comienzo de un nuevo amor que nace en unas circunstancias que no están completamente determinadas por las responsabilidades específicas de la maternidad o la paternidad, pero este rol sí forma parte del plano. Es positivo disfrutar del nuevo amor y fortalecer sus cimientos. Aunque es aconsejable que el inicio evolucione a un ritmo lento y gradual para que cada uno de los protagonistas pueda adaptarse con más sencillez a la nueva situación. Es decir, aunque tu hijo experimenta los cambios derivados de este punto de inflexión, cada uno de los implicados vive su propia adaptación.

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