Disfraz casero para Halloween: Mi Prima la Monstrua
vayan más encaminados a todo lo que tenga relación con el miedo. Así que los monstruos, las caras feas y los personajes que siempre nos han hecho temblar serán, sin duda, los reyes de la fiesta.
Aquí os dejo un divertido disfraz, muy sencillo para hacer, y que ofrece buenas ideas para disfrazar a nuestra niña en la tenebrosa noche de Halloween, ofrece muchas variantes y, aunque aquí te damos algunas ideas, puedes dejar volar tu imaginación y fabricarlo a tu gusto.
La base es confeccionarle un vestidito con vuelo con tela de gasa o cualquier otra que quede pomposa, se lo ajustamos por debajo de las axilas y, fruncido, lo cosemos a una tira de fieltro o cinta de raso, que podemos cerrar con corchetes, botones o un lazo. Cosemos, también, dos tiras anchas en forma de tirantes para que no le caiga.
Seguidamente vamos a imaginarnos una cara monstruosa: cejas anchas, ojos medio entornados, boca con dientes horripilantes, la lengua fuera, una verruga, la nariz aguileña… y mil gestos más que se nos pueden ir ocurriendo a lo largo de ir recortando en distintos retales de otras telas, que bien pueden ser de fieltro o de cualquier otro tejido. Las pegamos al vestido (hay entretelas de doble cara que con solo pasar la plancha quedan adheridas a la tela) o dándole dos puntitos con hilo. Y ya tienes a la prima monstrua o a la amiga monstrua o a la sobrina monstrua o a la reina de todas las monstruas.
Vía | Modern Parents Messy Kids (en inglés)