Disfraces seguros para un Carnaval sin riesgos

Disfraces seguros para un Carnaval sin riesgos

Escrito por: Alicia Medina    16 febrero 2017    2 minutos

Ya tenemos aquí el Carnaval, quedan pocos días para que nuestros peques se conviertan en vaqueros, indios, hadas, princesas, astronautas o animales de la jungla. Y un año más, las organizaciones de consumidores nos recuerdan algunos consejos para disfrutar de los carnavales sin riesgos.

CECU (Confederación de Consumidores y Usuarios) nos ha hecho llegar una serie de recomendaciones que queremos compartir con vosotros para que sepamos en qué debemos fijarnos cuando compremos un disfraz o un complemento a nuestros hijos.

Y es que, de nuevo, hay muchos productos que incumplen la normativa: disfraces sin etiquetado o que no están en nuestro idioma, máscaras sin orificios de ventilación o elementos punzantes son sólo algunas de estas irregularidades.

Detalles a tener en cuenta

Disfraces: aquellos destinados a menores de 14 años se consideran juguetes, por lo que el etiquetado debe incluir la marca del producto, la identificación del fabricante, importador o distribuidor, las instrucciones y advertencias de uso y el logo CE. Está prohibido que incluyan cordones o cuerdas en la zona del cuello para menores de siete años – por riesgo de estrangulamiento – y que sean de una longitud superior a 7,5 centímetros para los mayores de esa edad.

Máscaras y pelucas: Es fundamental comprobar que los orificios (ojos, nariz y boca) tengan aberturas de un tamaño adecuado para evitar asfixias. Al igual que con los disfraces tienen que llevar una etiqueta completa y en castellano y que los materiales no sean inflamables.

Maquillaje: hay que comprobar que aparezcan en el etiquetado los componentes para evitar posibles alergias, y, como en el resto de productos, las precauciones e instrucciones de uso en nuestro idioma.

Complementos: Mucho cuidado con los complementos destinados a los niños (arcos con flechas, pistolas, sombreros, diademas…). No deben tener partes punzantes ni piezas pequeñas que puedan desprenderse con facilidad y ser tragadas.

Y finalmente, siempre es aconsejable comprar estos productos en establecimientos de confianza y guardar el ticket de compra o la factura para poder reclamar ante cualquier problema.

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