Disciplina positiva: cómo tener un tiempo especial con cada hijo
La vida familiar muestra la importancia de los momentos compartidos que unen al grupo a través del nosotros. Sin embargo, en el seno familiar también existen vínculos que unen a dos personas en periodos significativos. El tiempo especial es una técnica con un importante valor emocional que propone la disciplina positiva. Hace referencia a un espacio diario en el que la madre y el padre disfrutan en exclusiva de instantes significativos con cada uno de sus hijos. Es decir, este término adquiere una relevancia esencial a partir de la fecha en la que nace el segundo bebé.
Un espacio especial es aquel en el que se alimenta la conexión con el niño. No siempre tiene por qué ser extenso. De hecho, durante la rutina cotidiana es posible programar diez minutos para disfrutar de una actividad con cada uno de los niños. En Uno más en la Familia te damos cinco consejos para organizar tiempos especiales.
1. Añádelos en tu agenda
Al igual que haces con otros compromisos y responsabilidades, es importante que planifiques esos instantes especiales. Eso no significa que debas renunciar a la improvisación, sin embargo, la gestión del tiempo mejora desde la organización. La integración de los minutos especiales te ayuda a hacerles un espacio propio en la previsión del día. Y, además, constituyen una importante motivación cuando visualizas la felicidad de esas escenas de conexión emocional y felicidad.
Quizá en algún momento se produzcan imprevistos ante los que sea necesario modificar el plan inicial. Sin embargo, es recomendable mantener el compromiso a largo plazo.
2. Desconexión digital
El verdadero sentido del tiempo en exclusiva reside en potenciar la conexión emocional con el niño. Por ello, es aconsejable evitar otras formas de distracción. Por tanto, conviene poner el acento en lo presencial.
3. Expresa cuánto significa ese tiempo para ti
Es recomendable que la planificación de un tiempo especial esté acompañada por la expresión posterior de ese mensaje. Es decir, puedes transmitir tus emociones y sentimientos para hacerle partícipe de la ilusión que te produce ese instante. Aunque ese tiempo compartido sea único en sí mismo, conviene no dar por hecho esa información. La expresión de caricias emocionales protege la autoestima del niño y el autoconocimiento propio.
4. Planes realistas
Quizá durante un fin de semana sea posible programar un plan más sorprendente. Sin embargo, el nivel de importancia del tiempo para dos no depende de factores externos, sino de la compañía mutua. Y esa compañía puede disfrutarse en la sencillez del propio hogar. Por ello, las iniciativas llevadas a cabo, aquellas que resultan viables a corto plazo, son las que se alinean con las circunstancias presentes.
5. Dar voz al niño
Recuerda que se trata de un tiempo personalizado en el que, por ejemplo, puedes jugar a sus juegos preferidos o compartir momentos de lectura en voz alta en torno a una historia divertida.
Por tanto, el tiempo especial es una herramienta muy importante en disciplina positiva. Una propuesta que puede inspirar a cualquier familia. Además, puedes adaptar la esencia de la idea en el contexto de tu propio hogar. Lo verdaderamente esencial durante esos espacios programados es pasar un rato agradable.
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