Diferentes agentes de riesgo en el embarazo (Parte II)
Un artículo más en el que hablaremos acerca de los distintos agentes de riesgo que pueden aparecer en el embarazo.
Al referirnos a los diferentes factores de riesgos podríamos mencionar los trastornos maternos que son preexistentes, las características físicas, la edad de la mujer, problemas que se tuvieron en otros embarazos, hipertensión, obesidad. El día de hoy comenzaremos hablando de las distintas enfermedades de transmisión sexual.
Enfermedades de transmisión sexual como agentes de riesgo
Existen diferentes enfermedades de transmisión sexual que podrían poner en riesgo el embarazo. La sífilis fetal in útero puede ser realmente peligrosa, generando la muerte del feto, malformaciones congénitas o una incapacidad que, en muchos casos, es grave.
Para poder detectar las enfermedades es fundamental realizar los controles apropiados a lo largo de todo el embarazo.
Por otro lado, debemos aclarar que las posibilidades de transmisión de HIV de la madre al feto es de un 30 a 50 por ciento dentro de los 6 meses.
Existen otras enfermedades de transmisión sexual en la etapa de gestación, como la vaginosis bacteriana, gonorrea, infección genital, muchas de ellas podrán generar un parto prematuro o la rotura de las membranas.
Para poder detectar las enfermedades es fundamental realizar los controles apropiados a lo largo de todo el embarazo. Muchas de las pruebas se repetirán a lo largo del embarazo si se considera que el riesgo continúa. El tratamiento dependerá de lo que se considere más adecuado por el médico, evaluando cada caso en particular, en muchos casos las infecciones son tratadas mediante antibióticos.
Problemas quirúrgicos agudos que ponen en riesgo un embarazo
Si la mujer tiene que pasar por una cirugía mayor, especialmente en la región intraabdominal se incrementa la posibilidad de un trabajo de parto prematuro y, en los casos mucho más graves, se podría generar la muerte fetal.
Las cirugías generales son bien toleradas por las mujeres que se encuentran embarazadas y por el bebé, siempre que tenga la atención necesaria, la anestesia que corresponde, mantenimiento de la tensión arterial y una correcta oxigenación en valores normales.
Cuando haya pasado la operación los médicos aconsejaran seguir un tratamiento de agentes antibióticos y tocolíticos por uno o dos días. En el caso de que la mujer embarazada tenga que pasar por una cirugía que no sea de urgencia los profesionales aconsejan que sea durante el segundo trimestre, cuando es más segura.
Problemas del tracto genital
Existen algunos problemas en la estructura del cuello uterino y del útero que pueden ser agentes de riesgo en el embarazo. Esto puede tener consecuencias en el trabajo de parto, por lo que en muchos casos se aconseja la realización de una cesárea. Si bien es poco posible, los miomas uterinos pueden generar anomalías placentarias, abortos espontáneos recurrentes y un trabajo de parto prematuro.
Vía | Msd Manuals
Foto | Pixabay – Andriele / Pixabay – Ekseaborn0
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