Diferencias entre leche materna y leche de vaca

superan a la leche de vaca, aunque se estén realizando avances en ese sentido.

Las diferencias son de carácter nutritivo, lo cual, evidentemente, va a marcar el futuro desarrollo físico de nuestro hijo. Veamos algunas de ellas.

La leche materna esta ausente de proteínas alergizantes, cosa que sucede en la vaca, a través de una proteína denominada beta-lactoglobulina, y que posibilita la aparición de algún tipo de alergia, además de no contribuir a la correcta digestión y absorción de nutrientes por parte del bebé. La leche materna facilita todo esto, además de tener acción bactericida.

La leche materna posee mayor cantidad de lactosa (hidratos de carbono) que la de vaca. La lactosa mejora la absorción de hierro, calcio, fósforo y otros minerales para el bebé. Y la aparición de lípidos también es superior, con el correspondiente valor energético que poseen. La materna es más rica en grasas y ácidos grasos insaturados que la de vaca, lo cual beneficia al desarrollo del sistema nervioso.

La concentración de vitaminas en la leche materna es superior, necesitando ser complementada únicamente por prescripción médica la vitamina D. Y con respecto a los minerales, la leche materna los posee en una cantidad menor, lo cual beneficia a la no aparición de efectos renales en el bebé. No es buena una saturación de minerales para el organismo.

Como decía al principio, se está avanzando en el concepto de la leche de vaca. Pero, que duda cabe, que las características de la leche natural o materna siguen siendo más beneficiosas para los lactantes. La lactancia materna seguirá siendo la mayor fuente nutritiva de los peques.

Vía | consumer.es
Foto | flickr-daquella manera

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