Diferencias cerebrales podrían indicar autismo desde los seis meses
Un estudio realizado por expertos de la Universidad de Carolina Norte (Estados Unidos) ha revelado que el cerebro podría darnos algún tipo de pista para indicarnos la posibilidad de la aparición del autismo. La novedad e importancia del estudio radica en que los cerebros estudiados fueron los de bebés desde los seis meses hasta los dos años.
El autismo empieza a evidenciarse a partir de los dos años. Como en todo tipo de enfermedades y trastornos es muy importante la detección temprana para empezar con los tratamientos y los trabajos de ayuda y apoyo necesarios. En este sentido, el estudio puede considerarse todo un éxito puesto que podría servir para encontrar en un futuro un posible biomarcador de riesgo que ayude a diagnosticar el autismo. Según la especialista Mara Parellada, psiquiatra infantojuvenil del hospital Gregorio Marañón, «cuanto antes se detecta el riesgo de autismo, antes se puede intervenir y moldear el desarrollo cerebral del pequeño».
Para realizar el estudio se hizo un seguimiento a 92 bebés con un factor de riesgo de autismo (hermanos autistas). Mientras dormían se les hicieron pruebas de imagen de resonancia magnética a los seis meses y a los veinticuatro. También se sometieron a escáneres cerebrales a los doce y veinticuatro meses. Los expertos observaron anomalías relacionadas con la cantidad y la organización de la sustancia blanca y las interconexiones cerebrales. La diferencia entre los que desarrollaron autismo y los que no estaba en la extensión de las fibras de materia blanca. Estas vías son las que conectan las regiones cerebrales.
En los menores que presentaban el trastorno, la velocidad con la que se organizaba la sustancia blanca era menor. Según uno de los principales responsables de la investigación, Jason Wolff, este estudio también revelaría que el autismo afecta a todo el cerebro y no a una región aislada.
Vía | El Mundo
Foto | Flickr-Don Rulo