Dieta vegetariana para niños (I)
Existen muchas razones por las que un adulto toma la decisión de optar por una alimentación vegetariana. Puede ser por creencias religiosas, por conservar la naturaleza o por querer seguir una dieta mucho más saludable.
Existen varios tipos de vegetarianos, sólo él decide si puede introducir en su dieta algún tipo de alimento que provenga de los animales. Los ovo-lacto-vegetariano son aquellos que consumen algún tipo de alimento derivado del mundo animal: queso, huevo, leche o miel. Luego están las personas más radicales que son conocidas como «veganas» y que los hay, incluso, que no se visten con tejidos que provengan de los animales como la lana, la piel o la seda.
Si decidimos imponerle una dieta vegetariana a nuestro hijo, primero debemos consultar al pediatra. Es importante que no sea excesivamente estricta ya que podemos caer en la falta de nutrientes esenciales para su desarrollo, en este caso es mucho mejor la dieta ovo lacto vegetariana. Hay que tener muy en cuenta que no le falten minerales como el hierro y el calcio y las vitaminas D y B12, por eso a veces es necesario incluir en su dieta vegetariana un complemento vitamínico.
Pero si estamos absolutamente convencidos de que nuestro bebé debe ser un «vegano» hay que pensar que puede correr algunos riesgos. La deficiencia de hierro en sangre puede retrasar su desarrollo psicomotor, la deficiencia de la vitamina B12 causa anemia y la carencia de la vitamina D, raquitismo. Además el exceso de fibra puede disminuir el consumo de calorías, principalmente en los primeros años de vida del bebé. Con esto no queremos decir que todos los niños vegetarianos padezcan estas carencias, pero sí que hay que llevar un control cuidadoso con su dieta, siempre supervisada por su pediatra.
Vía | Guía Infantil