Diagnóstico de precisión en el embarazo
En el momento en que descubres que estás embarazada tu primera obligación, si es que no lo has hecho antes, es acudir a tu ginecólogo. A partir de ese momento te irá indicando que pruebas necesitas para ir controlando la gestación de la forma más adecuada. Aunque no tiene porqué ocurrir ningún inconveniente, es fácil que las hormonas nos jueguen una mala pasada y nuestra tensión se descontrole o los niveles de azúcar se vuelvan inconstantes, incluso aunque no tengamos antecedentes genéticos.
Por eso seguir las pruebas obligatorias que nos dicte el facultativo son muy importantes, no solo para nuestra salud si no también para la de nuestro niño, con el fin de que su desarrollo sea perfecto y lo más sano posible. Pero si tras realizar todas las pruebas necesarias el ginecólogo advierte que puede existir el más mínimo riesgo entonces será cuando nos recomiende hacernos un «diagnóstico de precisión».
Esta prueba, en el caso de necesitarse, se realiza a partir de mitad del embarazo y cuando los órganos del bebé, especialmente el corazón, ya son suficientemente grandes como para poder examinarlos con todo detenimiento. La pedirá el ginecólogo si lo cree conveniente y después de haber observado cualquier anomalía en el desarrollo fetal. También se llama ecografía especial o de malformaciones.
Siempre está prescrita por el ginecólogo y sólo en esos casos especiales en los que, tras el resultado de las pruebas anteriores, se ha detectado cualquier anomalía que presente el bebé, por lo que no suelen ser frecuentes, aunque en los casos más graves son de gran utilidad para determinar y corregir los problemas de salud que presenta el bebé durante la gestación.
Vía | Embarazo y parto
Foto | Inatal