Detectar un ahogo

Detectar un ahogo

Escrito por: Leticia   @leticiadelpino    8 septiembre 2010    2 minutos

Cuando uno decide ir de paseo llevando niños a lugares como piscinas, mar, ríos o lagos debería plantearse si, por un accidente, tendría la capacidad de detectar a alguien con problemas en el agua y si tendría el tiempo suficiente como para salvar su vida.

Puede pasar que al no tener contacto directo con personas que sufren estos accidentes no sepamos como actuar, a eso debemos sumarles las imágenes erróneas que tenemos acerca de las personas que se ahogan, imágenes que solemos ver en las películas pero que distan mucho de lo que en realidad sucede.

No siempre cuando un niño cae al agua agita los brazos pidiendo ayuda, de hecho, es muy posible que esto no suceda y la persona se vaya hundiendo en silencio.

Estadísticamente 1 de cada 5 victimas fatales de ahogamiento son niños de menos de 14 años. Además, por cada niño que se ahoga, otros cuatro reciben atención de emergencia por lesiones no fatales relacionadas con la inmersión.

Lo que más me preocupó de estos datos e informe es el hecho de que muchos padres vieron ahogarse a sus hijos sin siquiera darse cuenta.

La gran parte de las personas que se ahogan son fisiológicamente incapaces de llamar por ayuda porque el cuerpo humano se conecta a dar prioridad a la función respiratoria primaria, la respiración, y no a la voz, que es una función secundaria superpuesta. Cuando sentimos que nos ahogamos nuestro instinto natural es la de presionar a nuestros brazos hacia afuera y hacia abajo sobre la superficie del agua para que podamos aprovechar al alza nuestros cuerpos para recuperar nuestro aliento.

Como padres debemos saber que los niños que juegan en el agua por lo general hacen un ruido: cuando no escuchemos nada, solo silencio debemos acudir en forma tranquila pero rápida para averiguar el motivo de ese silencio.

Por último te daremos algunos signos que muestran la posibilidad de que un niño se este ahogando. Veras a los ojos cerrados o fuera de foco, la cabeza se inclina hacia atrás con la boca abierta, su pelo cubre su frente y los ojos. Veras que no mueven sus piernas.

Lo más importante para evitar un ahogamiento accidental es asegurarse que los niños no entren en el agua sin nuestra autorización y supervisión. Una de las principales causas de los ahogamientos domésticos en piscinas es la falta de barreras y la supervisión adulta.

Vía | Mariovittone
Foto | Flickr – Subcomandanta

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