Descubre qué es la disciplina suave
La disciplina es un ingrediente que forma parte de la educación en el hogar. Sin embargo, no existe una única manera de entender el significado de dicha palabra. En ocasiones, el enfoque adoptado en la crianza se caracteriza por la suavidad. El ingrediente principal es la amabilidad. Por el contrario, el castigo no se utiliza como una herramienta para educar.
El amor es un alimento que produce beneficios positivos a largo plazo. De hecho, nutre la autoestima, la resiliencia, el potencial y la creatividad infantil. El Libro de La Disciplina Suave es una obra Sarah Ockwell-Smith que profundiza en los pilares de un concepto que inspira a muchas familias.
Una disciplina que incrementa la conexión emocional con el niño
La obra presenta una propuesta alternativa que no es sinónimo de sobreprotección. El acompañamiento adoptado muestra inteligencia emocional, validación de sentimientos y empatía. El libro contiene sugerencias prácticas para educar a un hijo desde que es bebé. Es importante comprender sus necesidades, atenderlas y darles un espacio. Sin embargo, la disciplina positiva no solo fortalece la felicidad infantil.
También favorece el desarrollo de la introspección y el autoconocimiento. De hecho, te invita a conectar contigo mismo y con aquello que sientes. Porque es positivo que reflexiones en torno a los motivos por los que tomas las decisiones más relevantes. El adulto no solo pone el foco en la realidad de su hijo, sino también en su propia esencia. Está conectado con su hijo y consigo mismo.
Los límites asertivos están muy presentes en el contexto de la disciplina positiva, son un pilar en el día a día. Ten en cuenta que aportan seguridad y transmiten información. Las decisiones adoptadas en la educación pueden orientarse a una cuestión concreta del aquí y el ahora. Sin embargo, esas medidas producen una huella que se prolonga más a largo plazo. Y la disciplina suave pone en conexión la relación que existe entre el presente y el futuro. Es decir, observa a tu hijo en su ser actual y, también, en su realidad potencial.
El niño aprende el comportamiento adecuado
La disciplina suave, por tanto, evita cualquier tipo de castigo. Y, por el contrario, se afianza en el valor de la enseñanza con amor y con respeto. De este modo, el peque cuenta con el apoyo necesario para descubrir cuál es el comportamiento adecuado. La disciplina suave también se transmite a través de un lenguaje cuidadosamente seleccionado, que comunica mensajes positivos y ofrece indicaciones claras.
El adulto deposita expectativas realistas en su hijo. De este modo, el niño descubre qué hacer en una situación concreta. Es decir, la disciplina suave pone el acento en el comportamiento adecuado. Ten en cuenta que la educación basada en el castigo actúa a partir de las consecuencias de un comportamiento infantil. Pues bien, el enfoque analizado en el post también se aleja de una crianza centrada en las recompensas. El núcleo de la disciplina dulce reside en dos palabras principales: enseñanza y aprendizaje.
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