Desastres naturales: cómo hablarlo en familia
Existen algunos temas que se podrían hablar en familia, para compartir las diferentes opiniones, entre estos temas encontramos el de los desastres naturales. Los desastres naturales pueden ser algo muy difícil de entender por nuestros niños, incluso nosotros no llegamos a entender sus causas y mucho menos sus consecuencias.
Hoy te proponemos algunos consejos para que, en familia, puedan dialogar acerca de una temática tan preocupante como actual.
Las noticias sobre desastres naturales parecen hacer invadido los programas de televisión, seguramente tu hijo se habrá sentido afectado por las consecuencias y por la tristeza que provoca ver como quedaron las viviendas, sin contar las victimas. Estos temas, así sea una catástrofe natural o una generada por la acción del hombre (como un ataque terrorista) pueden provocar en los niños cierta incertidumbre, ya que podrían dejar de ver a su mundo como un sitio seguro y previsible.
Las noticias sobre desastres naturales parecen hacer invadido los programas de televisión
Los niños pueden tener diferentes reacciones cuando se enteran que ocurrió una catástrofe, especialmente cuando son afectados directamente o solo han estado expuestos a las imágenes publicadas en diferentes medios.
Un niño que tiene entre tres y cinco años de edad seguramente mostrará más preocupación frente a la reacción de sus padres, por eso es muy importante que sean los adultos los que lleguen a controlar las emociones para trasmitir tranquilidad, explicando a los niños que estarán a salvo.
Una buena medida es evitar mostrarle a los niños imágenes repetitivas que puedan angustiarlos o asustarlos. Si el niño continuamente ve ese tipo de imagen seguramente se incrementará su nivel de estrés y se podrá confundir, hasta podrían llegar a pensar que el desastre se está repitiendo una y otra vez.
Aquellos niños que están pasando situaciones difíciles, como una muerte de un ser querido o el divorcio de sus padres, podrán sentirse aun más ansiosos. Pero si el niño está llevando una vida tranquila y normal podría tener cambios en su comportamiento, mostrándose preocupados o ansiosos.
Dentro de las reacciones que podríamos esperar es una pequeña ‘regresión’, podría comenzar a tener comportamientos de niño más pequeño, o mostrar que depende de ti en todo nuevamente, despertándose por las noche. Cambios que parecen difíciles de entender, pero ante la situación es entendible.
Frente a estas situaciones que son tan difíciles de explicar y mucho más de entender lo principal es que los pequeños se sientan tranquilos, que sean abrazados, contenidos, que le hablemos con palabras dulces y que sientan contacto físico. Le podremos contar con nuestras palabras lo que está sucediendo, sin asustarlo. Y los adultos deberán estar atentos a cualquier signo de lenguaje no verbal de ansiedad, como despertarse por las noches o arranches de tristeza o enojo.
Desde la Cruz Roja Americana en Virginia, la trabajadora social Bev Clayton señala que: «Después de un desastre, una de las mayores sensaciones de pérdida, aparte de la pérdida de una vida, es la pérdida de control. Los niños sienten que en esos momentos no tienen ningún control sobre sus vidas, y cuando ven que sus padres actúan como si tampoco lo tuvieran, se asustan mucho”. Así que los padres deberán demostrarles que pueden controlar la situación aunque también estén preocupados.
«La forma más importante que tienen los padres de demostrar a sus hijos que mantienen la situación bajo control es seguir rigurosamente las rutinas diarias de la vida familiar. Los padres deben asegurarse que sus hijos se sienten seguros, y las rutinas les ayudarán a lograrlo«.
En un próximo artículo continuaremos hablando de este interesante tema y la manera en que podremos ayudar a los niños a superar estas situaciones tan difíciles y complejas.
Vía | Español Baby Center
Foto | Pixabay – Paubra75
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