Desaparece del mercado el termómetro de mercurio

A partir de hoy, 3 de abril, se prohíbe la venta del termómetro de mercurio. Su fabricación ya estaba vetada desde el 2007, de todos modos la Unión Europea ha dado un plazo de 18 meses para dejar de fabricarlos. A partir de ahora, sólo podremos disponer de los termómetros digitales o por infrarrojos para medir la temperatura de nuestros niños.

Esta medida ha sido llevada a cabo debido a la alta toxicidad del mercurio. Los que ya hemos pasado la adolescencia sabemos de lo ‘divertido’ que resultaba cuando se nos rompía el termómetro. Intentar atrapar las bolitas escurridizas que caían desde el tubo de vidrio era una diversión inocente aunque altamente peligrosa.

Este metal pesado daña el sistema nervioso y puede afectar al oído, al habla y a la motricidad. De hecho, antes de que se confirmara su toxicidad, ya se sabía que el envenenamiento por mercurio producía daños neurológicos. Un 33% de la producción mundial de este metal se destina para la fabricación de aparatos relacionados con la medicina, y un 90% de éstos para los termómetros.

Si todavía conservamos un termómetro de mercurio en casa y tenemos la mala suerte de que se nos rompa, las autoridades sanitarias nos dan una serie de consejos: debemos utilizar guantes, papel y cinta adhesiva para retirar el producto y, muy importante, no arrojarlo al desagüe ya que resulta muy contaminante y puede intoxicar el agua.

Vía | El País

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