Demasiadas muertes en el mundo, todavía, tras el parto
Concebir un hijo y darle luz, es uno de los actos biológicos más sencillos del ciclo vital humano. Sin embargo no siempre es así. Por desgracia todavía son muchas las mujeres y bebés que mueren durante esta explosión vital y totalmente natural, que no debería suponer ningún riesgo para ambos.
Al año, más de medio millón de bebés y unas 150 mil madres ven la muerte antes, durante o las horas posteriores del parto. Muertes que, según los expertos, podrían ser totalmente evitables en el 90 por ciento de los casos. Y es que seguimos siendo un planeta muy adelantado para algunas cosas, pero totalmente primitivo para otras, especialmente en la solidaridad.
En pleno siglo XXI, con los avances tecnológicos y humanos de los que disponemos, resulta totalmente inconcebible que en algunos rincones de nuestro mundo se sigan produciendo este tipo de fallecimientos, especialmente cuando no son fruto de nuevas enfermedades, ni siquiera de enfrentamientos bélicos. Todos ellos podrían ser evitados si estos países, que se encuentran en vías de desarrollo, contasen con las medidas mínimas y recursos necesarios.
Pero estas cifras no se quedan estáticas, ya que los médicos piensan que van aumentando a medida que son más los países que se suman a este descalabro económico mundial. También hay que añadir aquellos niños que ya nacen muertos debido a problemas durante la gestación y que no fueron detectados: asfixia, malaria o sífilis, son algunos de ellos.
Es por ello que, a pesar de ser uno de los puntos principales que pactaron los gobiernos de todo el mundo en sus «Objetivos del Milenio», todavía, a estas alturas, estamos esperando que la solidaridad se convierta, por fin, en un bien común.
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