Dejar a un niño solo en casa durante el verano: riesgos y peligros
Las dificultades para conciliar se intensifican todavía más en muchos hogares durante el verano. Hay familias que no cuentan con los recursos necesarios para contratar una cuidadora, hacer la inscripción en un campamento u otra alternativa que supone una inversión económica. Como consecuencia de ello, algunos niños se quedan solos en casa durante más tiempo del deseado mientras sus padres trabajan (y tienen la preocupación añadida de saber que sus hijos están en la vivienda sin la supervisión directa de un adulto responsable). ¿Qué peligros y riesgos se plantean en esta situación?
1. Posibles accidentes domésticos
Los accidentes domésticos no solo impactan en la infancia, puesto que también afectan a los padres y abuelos. Sin embargo, la edad puede aportar un mayor nivel de madurez y experiencia para percibir el peligro en situaciones que pueden plantearse como un juego desde la óptica infantil. A pesar de que el hogar familiar parezca un entorno completamente seguro y estable, también hay riesgos e imprevistos.
2. Dificultades para reaccionar de forma adecuada ante una amenaza externa
Como hemos comentado, cuando los niños se quedan solos en casa durante el verano están más expuestos ante caídas, accidentes y otro tipo de incidentes. No solo son vulnerables ante cualquiera de los elementos enumerados en sí mismos, sino que la ausencia de un adulto responsable también puede hacer que la respuesta ante una situación específica no sea la más indicada.
3. Abrir la puerta a desconocidos u ofrecer información personal por teléfono
Existen distintos canales a través de los que una vivienda puede estar en contacto con el exterior: existe el riesgo de que una persona extraña llame a la puerta o contacte con el domicilio a través del teléfono fijo. Aunque los padres den indicaciones al niño sobre cómo actuar cuando alguien llama al timbre o cuando suena el teléfono, su respuesta puede ser diferente en alguna ocasión.
4. Soledad no deseada de los niños en vacaciones: sensación de abandono y desamparo
Actualmente, existe una mayor sensibilización e información sobre la soledad no deseada en personas mayores. Pero la soledad también duele durante la infancia. Y la imagen de un niño que se queda solo en casa con bastante frecuencia durante las vacaciones, mientras sus padres trabajan, es un ejemplo de ello. La soledad no deseada tiene un impacto emocional.
5. Responsabilidades que no se adaptan a la edad del menor
Estar en casa durante la infancia, en ausencia de una persona responsable, implica muchas cosas diferentes. Principalmente, supone depositar en el niño un nivel de responsabilidad y preparación que excede aquello que es más adecuado para su edad.
Dejar a un niño solo en casa durante el verano es un hecho que refleja de forma visible las dificultades de conciliación, las carencias y las limitaciones que se producen en muchas familias. Durante este periodo, queda libre el tiempo que durante el curso académico cubre el colegio. En el contexto actual, algunos niños parecen hacerse mayores de forma anticipada al llevar su propia llave de casa y afrontar periodos de soledad sin la supervisión de otra persona.
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