Dar cariño a los bebés prolonga su vida

Dar cariño a los bebés prolonga su vida

Escrito por: Sacra    11 diciembre 2014    2 minutos

Seguro que son muchas las veces que hemos oído aquello de que «el amor es uno de los alimentos más importantes para el ser humano», y con la misma facilidad que la hemos oído, también pensamos que resulta una frase muy lírica y poética, pero también irreal. El amor es un sentimiento que puede influir en nuestro ánimo y, de rebote, tener alguna influencia en nuestra salud física, pero nunca ha sido demostrado. ¿O sí?

Acaba de llegarnos un último estudio realizado por el científico Howard Bloom, que viene a completar uno que se inició en la década de los años 40 de manos de René Spitz. Ella quería demostrar, a base de pruebas científicas, la enorme importancia que tiene entregar cariño, amor y caricias a los bebés durante sus primeros años de vida. No en vano, y según los resultados, esta entrega amorosa les hace prolongar su esperanza de vida.

Para poder demostrar esta afirmación, que resulta especialmente optimista, la doctora Spitz tomó como muestra a distintos bebés que vivían en un orfanato. Sólo tenían contacto con otro ser humano cuando las enfermeras los cambiaban o les daban de comer. El trato era perfecto y, en ningún caso, sufrieron ningún abandono o dejadez, la diferencia erradicaba en que apenas recibían ningún trato afectuoso. La consecuencia fue que el 37 por ciento murieron.

En contraste con esta situación, se estudió a distintos bebés que nacieron en la cárcel con sus madres. Los cuidados físicos no eran tan específicos ni estrictos como en el orfanato, pero en cambio estaban en contacto con sus progenitoras en todo momento, comprobándose que ninguno de aquellos niños murió.

En 2007, en Rumanía, se volvió a repetir el experimento, ampliándolo al crecimiento y desarrollo que se producía en niños de orfanato y niños adoptados. En ambos casos se comprobó que estaban totalmente sanos, para que no hubiera ninguna duda genética. Se volvieron a verificar los resultados: los bebés adoptados crecían más rápido y tenían un coeficiente intelectual más alto, al mismo tiempo que eran menos susceptibles a contraer cualquier enfermedad mental.

Vía | Excite
Foto | Plenilunia

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