El daño cerebral de los bebés prematuros se puede reducir con EPO
Cada año nacen en Europa más de 400 mil niños de forma prematura, es decir, antes de la semana 32 de embarazo. Aunque gracias a los últimos avances médicos estos pequeños suelen salir a flote sin demasiadas secuelas, son muchos los que acaban arrastrando problemas tanto físicos como neurológicos a lo largo de toda su vida, muchos de ellos se presentan en la edad adulta.
Desde la Facultad de Medicina de Ginebra y el Hospital Universitario, de la misma ciudad, han realizado un estudio con bebés prematuros centrándose en los daños cerebrales que surgían a partir de un nacimiento demasiado temprano, no olvidemos que uno de los grandes riesgos que sufren estos bebés es la inmadurez de sus órganos, entre ellos el cerebro. Estos expertos han descubierto que estos daños pueden remitir o mejorar considerablemente cuando se les administra varias dosis de eritropoyetina (EPO), nada más nacer. Pero ¿qué es la EPO?
La eritropoyetina o EPO, es una hormona cuya misión es la de producir glóbulos rojos en la sangre y que resulta ser la gran enemiga de los deportistas, especialmente de los ciclistas, ya que es la que da positivo en los controles de dopaje.
Esta hormona, cuando se administra al bebé en dosis altas después de dar a luz, reduce el número de lesiones en el cerebro del niño, especialmente en la materia blanca y gris.
A estas conclusiones llegaron tras estudiar a 495 bebés nacidos entre las semanas 26 y 32 de la gestación. La mitad de ellos, elegidos al azar, se les administró un placebo, mientras que los otros recibieron eritropoyetina humana recombinante, antes y después de su nacimiento. El resultado fue que un número menor de los bebés que habían recibido esta hormona presentaban daños cerebrales, frente a aquellos que sólo habían recibido el placebo.
De todos modos, como suele pasar en estos tratamientos experimentales, todavía queda mucho por investigar y camino por recorrer.
Vía | El semanal digital
Foto | El embarazo