Custodia compartida: ¿Qué beneficios aporta a los progenitores?
Lo más importante en los acuerdos alcanzados tras un proceso de divorcio o separación en parejas con hijos, es que las medidas adoptadas beneficien a los niños. Es decir, su bienestar, estabilidad y cuidado deben situarse en el centro de los cambios adoptados para emprender la nueva etapa. Por esta razón, la custodia compartida también ha crecido de forma significativa.
A veces, los adultos se ven inmersos en conflictos, enfados y problemas de comunicación que generan un impacto negativo en la relación entre ambos. Por ello, en Uno más en la Familia profundizamos en otra perspectiva de la custodia compartida: ¿Qué ventajas y beneficios aporta a los progenitores?
1. Una situación que propicia la igualdad y la colaboración
La custodia compartida favorece que ambos pasen tiempo de calidad con sus hijos. Es decir, las condiciones en las que se desarrolla protegen los derechos de ambos y el equilibrio en las obligaciones. Es un escenario que refuerza la igualdad y la colaboración.
2. Tiempo para uno mismo
La custodia compartida prioriza lo realmente importante: el cuidado y la atención del menor. Ambos progenitores tienen la oportunidad de pasar tiempo de calidad en la convivencia con su hijo. Sin embargo, este escenario también ofrece una ventaja a quienes convierten el tiempo de soledad en una oportunidad para hacer otros planes con amigos.
3. Custodia compartida: una fórmula que se alinea con el esquema «gano-ganas»
Existen diferentes formas de afrontar una negociación o de buscar soluciones ante un conflicto. Cuando la enemistad y la rivalidad se instalan en la forma de relación que establecen los progenitores a partir del divorcio, es habitual que el enfoque del proceso tenga la siguiente estructura: «yo gano, tú pierdes». Como hemos señalado, la custodia compartida muestra una visión del proceso de divorcio centrada en la igualdad. El esquema «gano-ganas» se completa con una consecuencia directa: «todos ganamos» (si realmente esa opción es la más adecuada en el caso concreto).
4. Reduce el nivel de conflicto con la familia extensa
Aunque el divorcio es una decisión que implica principalmente a los progenitores, su realidad genera un cambio en el sistema familiar en su conjunto. Los conflictos en torno a la forma de gestionar la situación, en ocasiones, se extienden hasta otros miembros de la familia que se convierten en protagonistas. Pues bien, la custodia compartida potencia la igualdad entre los progenitores y esta base produce un efecto constructivo en la familia extensa.
5. Educa en un cambio de mentalidad
El proceso de divorcio y la realidad posterior implican un importante aprendizaje a nivel personal y emocional. La percepción en torno a lo que debe ocurrir después del divorcio también puede estar condicionada por una perspectiva que es más propia del pasado que del presente. La custodia compartida educa en un cambio de mentalidad. Si la custodia compartida promueve la igualdad en los derechos y obligaciones de los progenitores, y pone el foco de atención en el bienestar del menor, el otro se convierte en un colaborador y en un aliado.
La custodia compartida ofrece beneficios y ventajas para progenitores y niños en aquellos casos en los que esta fórmula se convierte en la opción más conveniente para los menores (cada caso debe abordarse de manera individual a partir de sus circunstancias).
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