La cuna del bebé y sus características esenciales
Uno de los elementos imprescindibles en el mobiliario del bebé es la cuna. Salvo que hayamos decidido practicar el colecho o elegir un cuco, moisés o minicuna, antes de dar el salto a la cuna más grande, este mueble de descanso se convierte en el rey de los accesorios mientras preparamos su habitación. Pero ¿conoces cuáles son las características esenciales que debe cumplir la cuna del bebé?
El mercado está repleto de cunas con bonitos diseños, con clásicos acabados o de lo más prácticas para que crezcan al mismo ritmo que él. Pero todas ellas, más allá de la imagen que queramos elegir, deben cumplir una serie de requisitos básicos para el buen descanso de nuestro niño y, sobre todo, su seguridad. ¿Sabes cuáles son?
Características básicas
Según los pediatras: la cuna debe ser sólida, amplia, estable y cómoda. Más allá del diseño que elijamos, debe estar fabricada con materiales lo más naturales posibles, evitando pinturas que puedan resultar tóxicas u otro tipo de productos químicos que puedan perjudicar al bebé. Los cantos deben ser redondeados y es importante fijarse bien en la terminación: nada de tornillos, clavos o astillas. Por supuesto, debemos asegurarnos que está homologada, así sabremos que cumple la normativa.
Medidas de la cuna
Es otro pilar fundamental para que la cuna sea la adecuada. Si bien durante los primeros meses nuestro bebé permanecerá, casi, estático, pronto empezará a querer encaramarse a los barrotes, para explorar el mundo que le rodea. Según las recomendaciones, la altura mínima de los barrotes, entre el colchón y el final de la barandilla, debe ser de, al menos, 60 centímetros. La separación entre los barrotes también es sumamente importante, ya que si es muy estrecha podría meter parte de su cuerpo y quedar atrapado, mientras que si es muy amplia, podría caerse. Según los datos que manejan los expertos lo ideal está entre los 4 y 6,6 centímetros de ancho.
Colchón y almohada
El colchón es, también, parte fundamental de la cuna y, por lo tanto, del descanso de nuestro bebé. Es importante que se ajuste a las medidas de la cuna para que no quede ningún hueco en los laterales. Tiene que ser firme y lo suficientemente duro como para que el bebé no pueda hundir su cara en él, evitando así el riesgo de asfixia. Los mejores materiales son el látex o viscoelástico, aunque también han mejorado mucho, en los últimos tiempos, los de muelles. En cuanto a la almohada no es recomendable utilizarla hasta, al menos, los dos años.
Juguetes para dormir
Es habitual que la cuna de nuestro peque se llene de compañeros de juegos que, además, le acompañen en los momentos previos al sueño. Es importante tener mucho cuidado con este tipo de objetos si se quedan dentro del espacio en el que va a dormir el bebé, cualquier movimiento lo puede volcar y caer sobre el pequeño, pudiéndole provocar asfixia. Mejor que los juguetes, como los móviles, estén bien sujetos a la cuna y no puedan cogerlos. Los peluches, siempre, si estamos vigilando.
Fotos | Mamás reales y Mujer actual
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