Cuidar la higiene en los artículos del bebé sin obsesiones
Cuando un bebé llega a casa, especialmente si somos primerizas, las dudas se nos agolpan una tras otra. Tan bien lo queremos hacer todo que, a menudo, las obsesiones nos atrapan impidiéndonos que vivamos la maternidad, con toda la libertad y alegría que merece. Y una de esas manías insistentes que acaban atenazándonos es la de la higiene. Pero ¿cuál es el límite entre lo necesario y lo obsesivo? no debemos olvidar que nuestros pequeños también necesitan entrar en contacto con los gérmenes, de esta forma se fortalece su sistema inmunológico.
Aunque va a ser nuestro propio sentido común el que nos vaya marcando esas necesidades, es importante que también sepamos en qué sitios es más conveniente llevar un cuidado especial y en qué otros no lo es tanto. ¿Te apetece descubrirlo?
La habitación donde el niño pasa más tiempo es importante ventilarla un par de veces al día. Incluso aunque sea invierno, al menos diez minutos es bueno que pase el aire y se lleve los malos gérmenes y el polvo que se pueda acumular. Podemos limpiar el suelo con agua y jabón todos los días, especialmente cuando ya empiezan a gatear o a ser más independientes. Las alfombras y moquetas quedan muy bien pero suelen atraer más polvo y, por lo tanto, atraen más alergias. Es necesario tenerlas bien limpias o prescindir de ellas.
Los chupetes, los juguetes y los mordedores bastará con lavarlos con agua caliente. Si tenemos la casa limpia es más difícil que contraigan ninguna infección. Del mismo modo que el biberón y su vajilla, hay que estirilizarlo la primera vez, pero luego se puede lavar perfectamente con agua caliente, tanto a mano como en el lavavajillas, siempre aclarándolo bien para que no queden restos de jabón.
Pero sí hay dos focos de infección que, en muchas ocasiones, pasamos por alto. Una es la esponja que puede conservarse perfectamente y, en cambio, resulta ser un material idóneo para la proliferación de microorganismos. Otro son los humidificadores que hay que mantener limpios y cuidados constantemente ya que su filtro acumula bacterias que pueden causar infecciones y alergias en los pequeñines; de igual modo es importante evitar los suavizantes para la ropa hasta, al menos, los 12 meses.
Vía | Ser Padres
Foto | Ella hoy