Cuando un niño regala un dibujo a otra persona: ¿Qué significa?

Existen muchos regalos y detalles con los que una persona puede sorprender a otra. Los obsequios que tienen un valor emocional, producen una huella más importante en el destinatario final de esa sorpresa. Pues bien, los dibujos de los niños, más allá de sus posibles imprecisiones, son verdaderas joyas creativas por aquello que representan a nivel vital. Son un reflejo del mundo infantil. Es habitual que, motivados y apoyados por el entorno cercano, los niños sorprendan a sus seres queridos con alguna obra especial en fechas señaladas. Sin embargo, la iniciativa de regalar un dibujo también puede producirse en cualquier momento de forma espontánea. ¿Cuál es el significado de este gesto?

1. Ese gesto es importante para el niño y su dibujo tiene valor para él

Como ocurre en cualquier regalo que se realiza de forma sincera, es un ofrecimiento que expresa conexión, confianza y cercanía. Ese gesto es significativo para el niño y su dibujo tiene un valor especial para él. Por ello, desea compartirlo con alguien cercano.

2. Comunicación a través de la creatividad y el arte

La dimensión social de la persona muestra su naturaleza comunicativa. Es decir, el encuentro con la familia, los compañeros de clase, las personas cercanas y los vecinos del barrio forma parte de su realidad cotidiana durante el proceso de crecimiento. Pues bien, hay diferentes formas de expresión, interacción y comunicación. Más allá de la palabra y el lenguaje verbal, hay otros medios que permiten mostrar sentimientos y emociones. Y el dibujo tiene ese importante poder incluso cuando el niño quizá todavía no tenga la capacidad de describir con precisión un estado de ánimo.

3. Un obsequio dedicado para alguien especial

El valor emocional de un dibujo infantil queda reflejado en el proceso creativo, en el tiempo invertido en el proyecto y en el punto de vista del autor. A su vez, aunque el niño conoce a diferentes personas en su entorno, el regalo se dirige de forma particular a alguien concreto, a modo de reconocimiento o dedicatoria. Es decir, el obsequio se dirige a alguien especial para el niño.

La iniciativa no solo puede mostrar el poder del vínculo que el niño tiene con alguien del entorno a quien quiere, admira o toma como ejemplo. El detalle también puede enmarcarse en un instante especial en el que se sintetizan diferentes factores positivos como, por ejemplo, un estado de ánimo, un ambiente agradable, un encuentro significativo, un espacio creativo… Los niños perciben y viven ese gesto desde su perspectiva. Los adultos, por su parte, pueden encontrar en esta interacción un trasfondo más profundo. Y es que, esos dibujos se transforman en un auténtico legado a largo plazo. Por ello, algunas familias conservan con mucho cuidado las creaciones de los niños. Del mismo modo, también es habitual que los niños sorprendan con sus dibujos a otras personas cercanas como, por ejemplo, maestros y profesores.

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