Cuándo tener un segundo hijo en pareja: 5 factores clave

La planificación de un proyecto de vida familiar se concreta por medio de objetivos tan importantes como tener un segundo hijo. A este respecto, conviene señalar que existen diferentes variables que pueden influir de algún modo en la determinación final. A continuación, comentamos cinco criterios frecuentes.

1. Expectativas previas sobre la maternidad y la paternidad

Las expectativas pueden cambiar y evolucionar. Aunque, en algunos casos, también se mantienen a lo largo del tiempo.

En ocasiones, la persona ha visualizado en numerosas ocasiones ese momento en el que se ocupa del cuidado de sus dos hijos. En otros casos, surgen dudas al respecto. Y también puede ocurrir que la opinión previa varíe de forma significativa.

2. Situación económica y expectativas de desarrollo profesional

El deseo de tener un segundo hijo no se integra, únicamente, en el ámbito de los sentimientos. Es un objetivo que adquiere forma en una realidad que puede presentar obstáculos y desafíos. La situación económica puede resultar favorable o compleja.

Cada opción se pone en relación con la decisión final (aunque eso no significa que la determine). Son muchos los aspectos que pueden analizarse desde el punto de vista económico: nivel de ahorros, presupuesto mensual, opciones de desarrollo profesional, gastos fijos y variables…

3. Edad del padre y la madre

La decisión de tener un hijo se integra en el proyecto de vida personal. Y en la historia de cualquier madre o padre hay un dato que adquiere una relevancia especial: la edad. Un aspecto que ofrece numerosas reflexiones: el paso del tiempo, la etapa personal en la que se encuentra el adulto, los años de vida del primer hijo, el balance de la situación personal…

La reflexión sobre la edad también muestra una anticipación habitual. En ocasiones, la persona tiene la duda de si en el futuro puede llegar a arrepentirse de no tener un segundo hijo.

4. Ventajas de tener un segundo hijo

Quien reflexiona en torno a la posibilidad de volver a ser madre o padre, se hace diferentes preguntas. Puede centrar su atención en las ventajas que esta decisión plantea. Por ejemplo, el hermano mayor dará la bienvenida a un compañero de juegos y de vida. Pero es importante valorar qué implica tener un segundo hijo desde una perspectiva general. Es decir, también puedes contemplar otras posibles dificultades.

5. Situación de pareja (cuando el proyecto familiar se comparte en común)

Las variables que influyen en la decisión de ser madre o padre se enmarcan en el propio contexto personal. Pero también en el ámbito de pareja cuando el proyecto se comparte con otra persona. En ese caso, hay diferentes variables que conviene analizar. La opinión que cada uno tiene respecto a la decisión (las preferencias de ambos no siempre coinciden).

La perspectiva del pasado reciente, la visión del presente y la visualización del futuro también forman parte del escenario en el que se concreta la decisión definitiva. Por ejemplo, el nacimiento del primer hijo permite descubrir al otro desde su responsabilidad de padre o madre. Del mismo modo, si el amor atraviesa un periodo muy incierto, no se descarta la posibilidad de una ruptura a medio o largo plazo.

Por tanto, analiza los pros y contras de tener un segundo hijo, desde tu perspectiva y desde el punto de vista de tu pareja. De hecho, más allá de todas las variables que puedes considerar, se trata de una decisión muy personal para ambos.

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