¿Cuáles son las ventajas de vivir en el pueblo o en la ciudad?

Son muchos los elementos que pueden formar parte de la felicidad en familia. En este caso en concreto, reflexionamos sobre cuáles son las ventajas que experimenta el niño al vivir en el pueblo o al hacerlo en una ciudad.

Mientras que la ciudad representa el futuro para muchas personas que se desplazan hasta allí en busca de nuevas oportunidades de trabajo o de estudios, la vida en el pueblo sigue siendo un patrimonio que también forma parte del bien común. ¿Cuáles son las ventajas que los niños experimentan al vivir en el pueblo?

Ventajas de la vida en el pueblo para los niños

La vida del pueblo es sinónimo de calma y bienestar para muchas personas. ¿Cuáles son los beneficios que los niños experimentan al protagonizar su vida en este escenario?

1. Juegos al aire libre. El juego es una dinámica de entretenimiento que en el ámbito del pueblo adquiere la inmediatez de compartir momentos de ocio no solo con los compañeros del colegio, sino también con los amigos del barrio con los que surge un vínculo de familiaridad y cercanía. La capacidad de comunicar es inherente al ser humano. Y en el ámbito concreto del pueblo, esta interacción con los demás también es más frecuente a partir del conocimiento mutuo que existe entre muchos de sus habitantes que tienen algún tipo de referencia común.

Las calles muestran un menor nivel de tráfico que en la ciudad. Y esto no solo incrementa la seguridad sino también reduce la contaminación acústica y ambiental.



2. Los veranos en el pueblo. Muchos pueblos se transforman por completo durante las vacaciones de julio y agosto, así como durante el fin de semana. Momento en el que otras familias que proceden de la ciudad buscan este entorno de tranquilidad para vivir unos días de ensueño y desconectar del ritmo cotidiano. Este factor sorpresa y el aliciente del cambio también rompen con el estereotipo de la monotonía. Muchos de estos recuerdos de veranos en el pueblo producen un efecto de felicidad en la memoria de la etapa adulta cuando el pueblo se convierte en la referencia de un lugar al que volver siempre, al margen de los cambios que se produzcan.
3. Cercanía en las distancias. La conciliación laboral es un objetivo familiar en la ciudad y en el pueblo. Pero existen algunas variables que pueden favorecer la gestión del tiempo en la vida en el pueblo. Una de ellas es la proximidad existente entre un punto y otro. Una cercanía que resulta práctica en la realización de tantos trayectos repetidos a lo largo de la semana. Además, es posible recorrer caminando estos desplazamientos en lugar de utilizar transporte. Un hecho que produce un ahorro económico y también favorece la práctica de ejercicio físico. Este contexto cercano hace que sea más sencillo improvisar actividades sin la planificación necesaria de una gran ciudad.
4. Contacto familiar. La cercanía en las distancias también favorece el contacto frecuente con otros familiares que viven en el mismo pueblo a través de planes y visitas que pueden producirse de forma improvisada, sin la planificación necesaria que se produce en la circunstancia opuesta. Dentro del proyecto de vida familiar que una pareja tiene en relación con la visualización de su futuro puede encontrarse el deseo de vivir en el pueblo por una decisión que ha sido meditada de mutuo acuerdo.

El futuro no solo remite a la vida en la ciudad, sino también a la vida en el pueblo. La infancia es una etapa muy especial cuando está ligada al ritmo propio de este entorno de confianza y cercanía.

Ventajas de la vida en la ciudad para los niños

Existen distintas circunstancias que alimentan la felicidad de las personas. La influencia que un lugar produce sobre el estado de ánimo es un ejemplo de ello. ¿Cuáles son las ventajas de la ciudad para los niños?

1. Mayor oferta de ocio cultural gracias a la red de bibliotecas, teatros, museos, ludotecas y cines que programan una agenda de eventos de interés. El niño también tiene un mayor abanico de opciones para elegir actividades extraescolares a las que asistir un día o dos por semana. Además, es posible acceder a propuestas de ocio por un presupuesto económico o gratuito por medio de actividades anunciadas en la agenda del día.
2. Vida en el barrio. Aunque existen diferencias entre la vida en el pueblo y la rutina en la ciudad también existen puntos en común. Por ejemplo, el niño también puede establecer lazos de familiaridad y cercanía con otros niños que viven en su mismo barrio y con quienes juega en el parque próximo a casa. El barrio, especialmente si está acondicionado con una red de servicios básicos, se convierte en el entorno de referencia habitual para la familia.
3. Conocer gente nueva. Desde el punto de vista humano, el niño tiene más opciones de hacer nuevas amistades en un espacio distinto al ámbito académico a través de la oportunidad que encuentra en una actividad extraescolar que se desarrolla en un escenario diferente. Por ejemplo, en una actividad deportiva.
4. Etapa académica. Desde el punto de vista académico, el niño puede iniciar su ciclo formativo y continuarlo en el mismo escenario hasta llegar a la universidad o a la etapa de Formación Profesional gracias a la oferta de centros que hay en la zona.

Son muchas las decisiones que una familia toma cuando forma una familia. Una de esas decisiones es dónde vivir. El lugar constituye una referencia de arraigo por la vinculación que una persona establece entre ese destino y las memorias de su vida en un viaje que comienza en la infancia. La elección de dónde vivir no solo puede depender del proyecto familiar, sino también de las circunstancias personales de los protagonistas.

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