Crisis evolutivas en la familia: definición y ejemplos
Existen distintos tipos de crisis que pueden materializarse a lo largo de la vida de un ser humano. En ocasiones, las crisis se producen en el marco de un sistema familiar. Es decir, influyen en el grupo. La crisis evolutiva, como indica el concepto, es sinónimo de transición y transformación. Generalmente, se experimenta en un cambio de etapa que marca un punto de inflexión en relación con el periodo previo.
Pone de manifiesto que un capítulo vital ha quedado atrás para dar la bienvenida a otro comienzo. Sin embargo, el paso desde el final de una etapa hasta el inicio de otra no es automático, sino gradual y paulatino. La adaptación al cambio forma parte del afrontamiento de una crisis evolutiva.
Nacimiento de un hijo
Existe un instante en el que las parejas atraviesan claramente por un punto de inflexión en su relación: aquel en el que tienen su primer hijo. Por tanto, la formación de la familia describe ese momento en el que los adultos adoptan un nuevo rol. Además, su realidad ya no gira únicamente en torno a sí mismos o el lazo de pareja.
Han pasado de ser dos a formar un grupo de tres personas. El nacimiento del segundo o del tercer hijo abre la puerta de una nueva experiencia de evolución y de cambio.
Ser abuelos
Sin embargo, la llegada de un niño no solo transforma la vida de los padres, sino también de los abuelos. Ellos pueden protagonizar su propia crisis vital. Los ejemplos mencionados previamente ponen de manifiesto cambios significativos relacionados con la llegada de un nuevo miembro al hogar.
Pérdida de un ser querido
Pero dicha transformación también ocurre cuando se produce una pérdida familiar y comienza un proceso de duelo en el que la añoranza ocupa un gran espacio. Son procesos que producen un cambio en el interior de la persona. No modifican absolutamente toda su realidad previa, pero sí generan novedades significativas.
Embarazo
Por otra parte, el momento de embarazo en sí mismo representa uno de los cambios más significativos que se producen en la vida de una persona. Y, por ello, también muestra un ejemplo de crisis evolutiva (aunque a veces puede llegar a pasar desapercibida).
Cambios en la relación de pareja
Previamente hemos comentado que se produce una crisis con la llegada de un nuevo miembro al hogar y, también, con una pérdida familiar. En otros casos, la transformación es la consecuencia de una circunstancia que modifica de forma relevante una relación. El matrimonio o la convivencia, por ejemplo, representan un nuevo comienzo en la historia de amor. Por el contrario, la ruptura modifica el lazo y los protagonistas necesitan asimilar la información y establecer los cimientos de una nueva forma de vinculación.
Las crisis evolutivas son una invitación para reflexionar sobre la conexión que existe entre el «yo» y el «nosotros». De hecho, también pueden producirse a partir de las diferentes etapas de crecimiento en la vida del hijo. La adolescencia, por ejemplo, representa un periodo de cambio para el menor y para los padres.
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