Crisis de pareja en verano: cómo evitar que afecte a los niños

La crisis de pareja en verano suelen reflejar un cúmulo de circunstancias y situaciones. Las parejas conviven más tiempo y afrontan una rutina muy exigente. Hay que tener en cuenta que, durante las vacaciones, la vida parece girar principalmente en torno a la convivencia (mientras que durante el resto del año hay más espacios personales que captan la atención de padres y madres).

Quizá no sea posible evitar una crisis durante las vacaciones, sin embargo, conviene actuar de manera responsable para que el distanciamiento emocional no afecte a los hijos.

1. Contextualizar las dificultades

Las causas de la crisis de pareja pueden llegar a magnificarse o dramatizarse cuando no se ponen en su contexto. Recuerda que, aunque la convivencia estival puede plantear diferentes retos, es un periodo temporal.

2. Búsqueda de soluciones

A veces, las crisis estivales derivan en rupturas y divorcios que se materializan a partir de septiembre. No conviene hacer como si no estuviese ocurriendo absolutamente nada cuando realmente hay un distanciamiento emocional. El verano suele estar acompañado por múltiples distracciones. Pero es recomendable no utilizar esas distracciones como una forma de tapar una realidad que duele. Es decir, es aconsejable potenciar la comunicación afectiva en la pareja y en la familia para buscar soluciones (o evitar que la situación empeore).

3. No descargar la insatisfacción o la frustración con los hijos

Cuando la relación de pareja no atraviesa su mejor momento, conviene establecer una separación especial entre el vínculo sentimental y el rol de padres (que se alinea con la vida familiar). Es decir, es aconsejable que las dificultades de la vida en pareja no interfieran en la felicidad infantil durante las vacaciones. En consecuencia, es fundamental que padres y madres no descarguen su desencanto o su frustración con terceras personas que no son responsables de aquello que sucede en el vínculo sentimental.

4. Planificar con tiempo los preparativos de la vuelta al cole

La crisis de pareja también puede verse agravada por cuestiones económicas. Y los preparativos de la vuelta al cole, que llegan tras los gastos de las vacaciones, suponen todo un desafío para muchos bolsillos. Conviene evitar el estrés generado por decisiones que se toman a última hora. Por el contrario, es mejor potenciar la planificación para anticipar las compras de un nuevo curso.

5. Tiempos individuales, en pareja y en familia

Encontrar el equilibrio en la gestión del tiempo no tiene por qué ser un proceso sencillo. Sin embargo, aunque los momentos en familia son tan positivos, las vacaciones no se reducen al valor del «nosotros». De hecho, es recomendable que cada progenitor encuentre su espacio a nivel individual y, por otra parte, disfrute de planes para dos (en compañía de su pareja).

Por ejemplo, es habitual que las familias compartan momentos especiales con otros seres queridos como los abuelos, los tíos o los primos. Una pareja que está en crisis también puede disfrutar de la compañía de personas cercanas. Es recomendable que los conflictos y las discusiones no se produzcan delante de los demás. Por otra parte, como mencionamos, es positivo que la pareja alimente su vínculo sentimental por medio de planes, conversaciones y espacios para los dos.

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