Con la crisis los bebés comen más comida casera

Con la crisis los bebés comen más comida casera

Escrito por: Sacra    12 mayo 2014    2 minutos

Este estado de profunda depresión económica en la que está sumida España desde hace muchos años, esta trayendo nuevas formas de vida. La falta de trabajo, y por consecuencia de dinero, está haciendo que ciertos hábitos estén cambiando en nuestro entorno de una manera forzada y urgente. Todos los sectores comerciales e industriales han notado, de forma drástica, como sus ventas han disminuido de forma considerable, incluso aquellos que parecían intocables y que tenían relación, por ejemplo, con la calidad de vida de nuestros bebés.

Uno de estos sectores es la alimentación infantil. Leches, cereales, tarritos y zumos, especiales para bebés, han visto como sus cifras de venta descendían considerablemente, por el impacto de la crisis. Según últimas investigaciones y encuestas entre la población, desde 2008 la venta de estos productos va descendiendo de forma exagerada, sólo en lo que llevamos de año, y con respecto al 2013, ha caído casi en un 5 por ciento más. Algo que, evidente, preocupa a las grandes industrias de alimentación infantil. De todos modos, y como suele pasar en estos casos, al menos en mi opinión, siempre hay soluciones que pueden resultar más beneficiosas.

Según los expertos este descenso en la venta de productos alimenticios infantiles se debe a que muchas madres se han quedado en paro y, entre que disponen de menos dinero y tienen más tiempo, prefieren prepararle sus propia comida a los bebés. También, debido a esto, muchas mujeres han decidido prolongar la lactancia, algo que incide en la venta de leches especiales para los pequeños.

Pero si bien se trata de un dato negativo para la industria y el consumo, en mi opinión puede resultar mucho más positivo de lo que parece. Sin ponerme en contra de los alimentos elaborados industrialmente, yo siempre he sido partidaria de elaborar nuestros propios platos para los niños con los ingredientes de temporada. Si bien no resulta tan cómodo como abrir un potito y meter la cuchara, sí nos estamos asegurando de ir iniciando a nuestros niños en el placer de nuevos sabores y, también, de la elaboración casera.

Vía | ABC
Foto | Kerchak

Reportajes