Crece poco

Crece poco

Escrito por: Leticia   @leticiadelpino    9 septiembre 2009    2 minutos

Esta es una de las consultas que suelen aparecer con más frecuencia en las consultas pediátricas. Los médicos cuentan para poder evaluarlo con un gráfico de percentiles. Si un chico, al nacer, en el peso estaba en el percentil 5 y a los 18 meses está en el 8 y la talla estaba en el percentil 0 y ahora está en el 15, la evolución del peso ha sido buena y en altura ha dado un estirón. A la hora de interpretar los percentiles hay que tener en cuenta siempre su peso y talla al nacer.

Los chicos que tiene un peso bajo al nacer también pueden tener percentiles más bajos a lo largo de la infancia que los que nacen en el nivel promedio. Con el tiempo, algunos recuperan peso y talla mientras que a otros chicos les resulta difícil recuperar los percentiles que tuvieron de recién nacidos. Los primeros años hay que darles tiempo y tener paciencia.

Lo más importante es que estén sanos y que sean chicos alegres. Como norma, cuando un pediatra ve que un chico crece y engorda poco pide análisis de sangre y de orina para descartar que no tiene una infección de fondo o una anemia o un déficit de proteínas que podría frenar su desarrollo. Si el pediatra no habla de todo eso, es que considera que el chico no tiene problemas de salud.

Otro factor que puede influir en el crecimiento es la alimentación. Pero los chicos que están sanos comen lo que necesitan para su desarrollo si les ofrecen comida. Conviene darles pescado, carne, leche o derivados y huevos, que son productos ricos en proteínas (nutriente que interviene en el crecimiento) pero sin forzarlos porque la insistencia sólo fomenta el rechazo.

Además a partir del primer año los chicos no necesitan comer grandes cantidades, porque crecen más despacio que en el periodo anterior (por eso, los padres tienen la sensación de que dejan de comer).

Conviene seguir controlando los percentiles de un chico en cada consulta con el pediatra, pero sin obsesionarse. Además, el profesional toma en cuenta el aspecto genético, un factor sumamente importante que no hay que olvidar.

Fuente | Saber Vivir

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