Coworking familiar: beneficios para padres y madres con niños
El equilibrio entre la vida profesional y personal aporta felicidad a las familias. Pero este equilibrio no siempre resulta fácil de alcanzar. Un objetivo que tampoco es sencillo cuando se trabaja desde casa y el teletrabajo queda marcado por interrupciones constantes o dificultades para organizar el calendario. Pues bien, existen espacios profesionales que ofrecen una respuesta a las necesidades de padres y madres: los coworkings familiares.
¿Qué es un espacio coworking?
Es un entorno de trabajo compartido. Un espacio en el que cada protagonista realiza su actividad profesional en un horario específico de la semana. Es decir, una de las ventajas que aporta este medio es la flexibilidad. Los espacios coworking han experimentado un importante crecimiento en las ciudades, pero también conviene poner en valor la presencia de estos negocios en entornos rurales. La posibilidad del teletrabajo ofrece nuevas posibilidades en un proyecto de vida que tal vez plantee una mudanza a un pueblo en el que iniciar una nueva etapa de la vida.
El coworker acceder a una oficina profesional cómoda y bien iluminada. Pero, además de ello, también dispone de otros servicios añadidos. Un coworking puede diferenciarse por dirigirse a un público familiar. En ese caso, los profesionales que contraten esta opción son padres y madres que trabajan desde casa. El espacio coworking cuenta con profesionales que cuidan de los niños en un espacio de guardería. Este es un servicio que ofrece una atención personalizada ya que los grupos son reducidos.
¿Cuáles son las ventajas que un coworking familiar puede aportar a padres y madres?
En primer lugar, la cercanía entre el despacho y el lugar en el que está el niño. Esta proximidad resulta especialmente importante cuando el niño es un bebé. Un espacio de estas características, generalmente, se dirige a familias con hijos de hasta 3 años.
El profesional contrata un servicio coworking en un horario concreto en función de sus necesidades. Esta flexibilidad en la planificación del calendario supone un ahorro respecto a otras alternativas como el alquiler de una oficina propia.
Esta forma de organización, a su vez, también favorece la concentración en aquel profesional que permanece atento a su agenda del día. Una de las claves de un espacio coworking familiar es que armoniza el ámbito profesional y el aspecto personal en un lugar con zonas perfectamente adaptadas para atender las necesidades esenciales en cada ámbito.
Un coworking familiar también ofrece beneficios que el trabajador puede considerar desde el punto de vista laboral. Por ejemplo, el encuentro con otros coworkers romper con el posible sentimiento de soledad que tienen algunas personas cuando trabajan de manera habitual desde su vivienda. En un coworking coinciden profesionales con perfiles diferentes que forman un grupo multidisciplinar y creativo.
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