Costura creativa para niños y niñas: ¿Qué beneficios aporta?
Existen diferentes disciplinas tradicionales que se reinterpretan a través de la creatividad. La repostería clásica es un ejemplo de ello. Actualmente, las elaboraciones creativas imprimen un toque artístico en galletas, tartas de cumpleaños para niños, magdalenas y postres. La perspectiva del diseño también está presente en la costura. Es una materia que no solo aporta nociones básicas sobre cómo coser.
La costura creativa va más allá del proceso tradicional: sirve para elaborar manualidades, desarrollar proyectos propios y crear diseños sencillos.
Qué es la costura creativa para niños y niñas
Es cierto que los niños crecen en un entorno tecnológico que se distancia de la realidad que recuerdan sus padres y abuelos respecto a su infancia. Pero también existen otras actividades que han experimentado un renacimiento. A este respecto, conviene destacar que crece el interés por la costura creativa en personas de todas las edades. Así lo muestran aquellos talleres que forman a alumnos con distinto nivel de conocimiento para que adquieran las habilidades necesarias para desarrollar sus propios proyectos.
Qué beneficios aporta la costura creativa en la infancia
Un diseño realizado a través de la costura creativa tiene el punto de vista personal del autor. Ese producto es original, diferente y único (aunque esté inspirado en otra referencia previa). La costura creativa también ofrece la posibilidad de dar una segunda vida a telas y materiales. Es un aprendizaje que alimenta la autoestima infantil, puesto que el niño percibe el resultado final de un proceso artesanal.
La costura es una actividad que conecta directamente con los recuerdos. De hecho, algunos adultos viajan en el tiempo cuando observan una máquina de coser (o escuchan el sonido del dispositivo). Conectan con su infancia y con la memoria de personas queridas. La costura es un labor que, con frecuencia, también está acompañada por conversaciones interminables.
La costura creativa despierta el interés de los niños para descubrir telas, tejidos, texturas y acabados. Ofrece un aprendizaje práctico para unificar ingredientes, combinar tonos y completar un ejercicio paso a paso. Evidentemente, las creaciones elaboradas en la etapa inicial son muy sencillas. Pero representan la base necesaria para seguir avanzando. Niños y niñas descubren las claves para coser a mano o a máquina. La costura creativa, al igual que otras actividades que se dirigen al público infantil, aportan diversión y entretenimiento. Además, alimenta la atención, la memoria y la concentración, especialmente, si la actividad despierta la curiosidad del implicado en la labor.
Es una actividad que niños y niñas pueden empezar a practicar en torno a los 7 años en un contexto adaptado a sus necesidades, por ejemplo, en un taller especializado que programa dinámicas de formación para grupos reducidos. La colaboración con el grupo facilita el aprendizaje y propicia la formación de nuevas amistades. Además, cada participante tiene la posibilidad de avanzar de forma personalizada porque cada ritmo es diferente.
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