Costra láctea, unas escamas que no provocan molestias

Costra láctea, unas escamas que no provocan molestias

Escrito por: Leticia   @leticiadelpino    17 marzo 2011    2 minutos

Cuando nos referimos a la costra láctea nos estamos refiriendo a una erupción amarillenta que suele aparecer en forma de escamas en el cuero cabelludos de los bebés. Es un trastorno que no tiene aparejadas consecuencias que puedan perjudicar su salud y además no le genera molestias al pequeño. Tampoco se trata de una enfermedad contagiosa, ni conlleva una falta de atención del bebé.

Esta costra es muy parecida a la caspa. Entre los síntomas más comunes se encuentran las escamas en el cuero cabelludo, parches colorados en la misma zona. Este tipo de problema se origina en el cuero cabelludo pero se va extendiendo hacia atrás de las orejas. En algunos niños aparecen en sus parpados, nariz o ingle (llamándose eczema seborreica).

Una de las precauciones que debemos tener ante la aparición de la costra láctea es evitar raspar para quitarla, ya que esto puede dañar la piel y dejarla expuesta a infecciones, no perdamos de vista que estamos hablando de la delicada piel de un recién nacido. También suele suceder que el bebé pierda el cabello en esta zona luego de que el parche desaparezca.

No se conocen con exactitud las causas de la costra láctea, pero estos no son del tipo alérgicas, ni bacteriana y mucho menos por una mala higiene de nuestro hijo. Según algunas investigaciones podrían causarse por una hiperactividad de las glándulas sebáceas o una infección de hongos, pero esto aun está dentro del campo de la investigación.

Para solucionar el trastorno se puede realizar un suave lavado con shampoo, seguido con un cepillado con un cepillo especial para bebés, esto permitirá aflojar las escamas. Si el cuadro no mejora luego de varios lavados te aconsejamos consultar con el médico acerca del tratamiento ha seguir.

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Foto | Flickr – Avodrocc

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