¿Contribuye la publicidad de juguetes a mantener los estereotipos de genero?
Recientemente el Consejo Audiovisual de Cataluña (CAC) presentaba un análisis sobre estereotipos de género representados en la publicidad televisada sobre juguetes. Los datos proceden de los anuncios emitidos en la Navidad 2014 / 15, y se ha observado que – a pesar de que el nivel de estos estereotipos ha disminuido respecto de capadas anteriores – sigue existiendo un tratamiento poco igualitario.
Se han analizado canales únicamente en el ámbito de esa Comunidad Autónoma (TV3, 8tv y Super 3 /33), y según se desprende de la investigación, los anuncios de juegos sociales permanecen libres de estereotipos de géneros. Por contra autopistas (con sus accesorios), muñecas (y todo el mundo de representación del cuidado a través de ellas), consolas / video juegos, y juegos electrónicos, muestran unos patrones muy marcados de diferenciación.
Este tipo de análisis se vienen realizando desde hace un tiempo, por ejemplo, en el año 2006, Eva Espinar Ruiz publicaba en la Revista Latina de Comunicación Social, un trabajo según el cual los productos ofertados a niños y niñas, están sometidos a diferencias cuando se muestran mediante publicidad. Ritmos y movimientos de cámara, manifestación de comportamientos violentos o expresión de sentimientos, sirven para acercarse más al público objetivo.
Mientras a las niñas se les oferta juguetes y accesorios (sobre todo representando bebés o bellas mujeres a las que probar vestidos), así como productos de belleza; a los niños se les seduce con juguetes electrónicos, videojuegos o juegos de manipulación
Un año más tarde (2007), Álvaro Pérez Ugena y Coromina, y otros dos profesores de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, pedían una revisión de la materia en el Código Deontológico para la Publicidad Infantil, y en la Ley General de la Publicidad. Hacen referencia a que los anuncios de juguetes, no sólo perpetúan roles del pasado, sino que colaboran en su mantenimiento, una vez la niña / el niño, tienen el juguete en casa.
Volviendo al estudio del CAC, han descubierto que el 38,2% de los anuncios contienen estereotipos de género, una cifra elevada que sin embargo, es la más baja desde 2001 que se viene analizando la publicidad en fechas clave como Navidad.
Esta es solo mi opinión, y se puede considerar sesgada porque proviene de la experiencia como «observadora / madre” de las relaciones entre niños de todas las edades: si que es verdad que en ocasiones los anuncios presentan una imagen poco consonante con los cambios sociales que se están produciendo. Por otra parte creo que la tendencia debería ser a dejar libertad a los niños para escoger y jugar… a lo que quieran y con quien quieran, es decir no forzar ni en un sentido ni en otro. Por ejemplo: una niña no debería ser introducida en el mundo de los coches si lo que quiere es jugar a muñecas, siempre que conozca la variedad de objetos para divertirse.
Claro que para eso, la publicidad debería responder a otros intereses, porque ¿no es vender lo que se pretende?; si queréis lo expreso de otra forma, pero esta forma de comunicación busca que el consumo de un servicio o producto ofrecido a través de medios de comunicación, se incremente. En este sentido – y como consumidores – además de reflexionar sobre si se muestra o no una imagen más igualitaria en los productos infantiles, también podemos formarnos y educar a nuestros hijos para que desarrollen un sentido crítico.
Foto | Flickr-sage_solar
Más información | Consejo Audiovisual de Cataluña
2 comentarios
La publicidad sexista es un tema que es discutido desde hace años. Aunque, no tan sólo es la publicidad la que hace que los niños tengan estereotipos desde muy pequeños, ya que la educación tanto familiar como escolar influye mucho en este aspecto, haciendo que los niños desde prácticamente bebés establezcan unos colores preferidos o, en este caso, unos juguetes a otros.
Gracias por comentar Armonía, tienes toda la razón del mundo, en la familia es muchas veces dónde se mantienen los estereotipos de los que he hablado, y a ello influye también la falta de libertad de los niños al escoger (y la adopción de modelos tradicionales por parte de los padres).
Saludos,