Contención emocional: qué beneficios ofrece a los niños
A lo largo del proceso de crecimiento y evolución hasta la etapa adulta, un ser humano desarrolla recursos y habilidades emocionales que le ayudan a afrontar con más calma situaciones complejas. Por ejemplo, aquellas que son un reto para impulsar la resiliencia. Cuando un ser humano se encuentra en un momento de tensión, puede recibir calma y serenidad por parte de alguien que le escucha con atención, sin juzgar de forma negativa sus sentimientos.
Pues bien, los niños también necesitan del apoyo de la contención emocional en aquellos instantes en los que experimentan preocupación, rabia, tristeza, el miedo a lo desconocido o la intranquilidad. En ese caso, la contención se muestra por medio de un acompañamiento basado en la presencia consciente. La atención y la intención del padre o la madre es arropar a su hijo para ayudarle. De un modo metafórico, la contención es un abrazo emocional que conecta con el niño y le arropa. ¿Qué beneficios ofrece este concepto en la educación y la crianza?
1. Empatía
La conexión que surge a partir de la contención emocional es un reflejo del amor, la aceptación y la comprensión. Una empatía que valida los sentimientos del niño que encuentra un contexto propicio y seguro para expresar cómo se siente. El acompañamiento ofrece consuelo, apoyo y refuerzo positivo.
2. Atender una necesidad emocional básica
Comer es una necesidad básica. Pero también existen prioridades que, desde el punto de vista anímico, deben atenderse. La contención está alineada con un objetivo esencial: escuchar al niño, más allá de las palabras (el lenguaje corporal también es significativo en sí mismo).
3. Seguridad
Padres y madres son un referente para sus hijos. Sinónimo de ayuda, apoyo y amor incondicional. Las acciones que reflejan una forma de contención emocional proporcionan seguridad al niño en un momento en el que es importante reforzar ese ingrediente para avanzar en una situación concreta y pasar página. Muchas de las dinámicas que se llevan a cabo en el hogar pueden servir como medio para contener la emoción del niño. Por ejemplo, leer un cuento, dar un abrazo o seguir una rutina.
El niño no tiene el nivel de introspección que habrá desarrollado en el futuro. Tampoco dispone de recursos de comunicación tan ricos para expresar los matices que forman parte del universo interior. Por ello, la contención ofrece un apoyo que resulta esencial durante la etapa de crecimiento.
4. Conexión con uno mismo
Para adquirir las habilidades esenciales para acoger las emociones del niño, en primer lugar, es importante que el adulto conecte con su propia realidad. Es decir, el autoconocimiento del adulto favorece la conexión con el otro.
De hecho, ten en cuenta que cuando tu hijo manifiesta algún tipo de intranquilidad, tú también respondes ante la situación de un modo determinado (una forma en la que las emociones están muy presentes). Y, si tú mantienes la calma, también transmites serenidad.
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