La contaminación producida por el tráfico podría estar relacionada con el autismo

La ciencia y la medicina cada día nos sorprenden con nuevos descubrimientos que ayudan a comprender e incluso tratar las enfermedades. Algunos de ellos simplemente muestran relaciones entre comportamientos, hábitos y elementos que pueden causar o agravar alguna de estas enfermedades, es el caso de una investigación llevada a cabo por la Universidad del Sur de California y publicada en la revista «Archives of General Psychiatry».

En este estudio se pretendió buscar una posible relación entre factores ambientales y el autismo. En concreto, recabaron datos sobre el nivel de contaminación por el tráfico que rodeaba a las embarazadas y a los bebés durante su primer año de vida. Se tuvieron en cuenta los niveles de exposición a partículas menores, el dióxido nitrógeno, la distancia a la que vivían, la cantidad de tráfico e incluso la dirección del viento.

Para realizar el estudio se tuvo en cuenta el entorno donde se encontraban las residencias de las mujeres que dieron a luz a 279 niños que posteriormente fueron diagnosticados con autismo y también el de 245 niños con un desarrollo normal. Así pues pudieron observar que los niños que se gestaron y que vivieron en entornos con altos grados de contaminación tenían un tres veces más de posibilidades de padecer autismo frente a los niños que vivían más alejados de la polución.

Según los autores este informe tendrá que ampliarse para obtener mayores datos de los efectos de la contaminación como el tipo de mezclas contaminantes y también para «identificar las vías biológicas que se activan en el autismo y mejorar la prevención y las estrategias terapéuticas».

Vía | Abc
Foto | Flickr-Edans

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