Consejos para vivir un proceso de duelo durante el embarazo
El periodo de embarazo está alineado con la ilusión de una nueva vida. Sin embargo, la existencia adquiere perspectivas diferentes que se entrelazan en un mismo marco temporal. Y, en ocasiones, la feliz noticia contrasta con la tristeza que supone el fallecimiento de un ser querido. Cada ser humano vive un proceso de duelo enmarcado en sus propias circunstancias.
Y la mujer embarazada se encuentra en un momento muy especial en el que necesita cuidar de sí misma. Pero también necesita experimentar las emociones e iniciar el camino de la despedida. ¿Cómo hacer un proceso de duelo durante el embarazo? En Uno más en la Familia te damos algunos consejos.
1. No aplaces las emociones y sentimientos asociados al duelo
La persona vive un momento muy importante en el que tiene una ilusión que ilumina su vida. Pero también tiene derecho a sentirse vulnerable cuando la pérdida deja una sensación de vacío en su mundo interior. Es importante vivir las emociones y sentimientos durante el embarazo. Conviene no aplazar aquellos que puedan parecer más incómodos porque necesitan verbalizarse, validarse y exteriorizarse. No aplaces la vivencia del propio duelo. Sin embargo, sí puedes tomar la determinación de posponer decisiones que producen consecuencias importantes. Especialmente, si son decisiones marcadas por la intensidad emocional del momento.
2. Crear una red de ayuda y apoyo emocional
La feliz noticia del embarazo, y diferentes aspectos que tienen que ver con la nueva etapa, se convierten en tema de conversación habitual. Pero un proceso de duelo es una vivencia que, al igual que el nacimiento de un ser querido, llega a marcar un punto de inflexión en la existencia. Y es positivo hacer espacio para vivir este periodo. Una red de apoyo no solo puede estar integrada por amigos cercanos y familiares, sino también por un grupo especializado en duelo. En ese caso, diferentes personas encuentran un espacio común para compartir distintas circunstancias.
Lo verdaderamente determinante desde el punto de vista afectivo no es el número de personas que forman parte de ese círculo cercano que proporciona compañía y confianza. Los lazos significativos son aquellos que dejan huella.
3. Cultivar la gratitud hacia la vida
La muerte de un ser querido representa una despedida. Pero, antes de ese adiós, hubo vida compartida en común. Un tiempo valioso que da lugar a un legado de recuerdos, anécdotas, experiencias y enseñanzas. No se trata de ignorar la realidad de la propia muerte, sino de poner en perspectiva toda la dimensión de la existencia. Y el amor que una persona deja en la vida de otra se convierte en un estímulo de fuerza y superación.
4. Reforzar el cuidado emocional
Como hemos indicado previamente, el autocuidado es muy importante durante la etapa de embarazo. Cuando una persona se encuentra en un proceso de duelo, también necesita poner una atención especial en su bienestar emocional. Por ejemplo, es importante que se escuche a sí misma, respete sus tiempos y sus necesidades. Anteriormente hemos hecho referencia a la importancia de contar con una red de apoyo. Aunque también es imprescindible que la mujer embarazada disfrute de sus momentos en soledad.
Cada ser humano puede encontrar elementos que impulsan su resiliencia cuando afronta la muerte de un ser querido. La resiliencia pone de manifiesto la capacidad de volver a sentir alegría a pesar del sufrimiento experimentado. Pues bien, el próximo nacimiento de un bebé es una noticia feliz. Y, si estás pasando por un periodo de estas circunstancias, podrás compartir con tu hijo la huella que ha dejado en tu mundo ese ser tan especial, que sigue muy presente en tus recuerdos. El sentido del propio amor, que perdura más allá de la muerte del ser querido, aporta luz a un proceso de duelo. Aunque es importante pedir ayuda especializada siempre que la situación desborde a quien la padece o genere consecuencias que afectan a la salud.
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