Consejos para padres y madres que viajan por motivos de trabajo

La motivación de un viaje no solo puede integrarse en el tiempo libre. Con frecuencia, los profesionales se desplazan por motivos laborales. En ocasiones, los trayectos a diferentes destinos se enmarcan como una obligación en el calendario.

Esta circunstancia produce una distancia temporal con la familia y el hogar. En algunos momentos, las despedidas resultan complejas a adultos y niños. En Uno más en la Familia compartimos cinco consejos para padres y madres que viajan habitualmente por motivos de trabajo.

1. La tecnología reduce la distancia si se utiliza con un fin positivo

Los kilómetros no desaparecen cuando el destino del viaje se encuentra lejos de casa. Pero sí existen recursos para alimentar los hábitos afectivos a pesar de no estar físicamente presentes en el mismo domicilio. El libro Cuentos por Teléfono sintetiza esta idea a través de su propuesta. El autor de la obra es Gianni Rodari.

El libro cuenta una historia muy especial. La de un padre, que viaja con frecuencia por motivos profesionales, y cada día llama a su hogar para contar un cuento a su hija, que espera con ilusión ese momento.

2. Integrar los viajes en la rutina familiar

Siempre es positivo que los niños tengan una rutina estable y ordenada. De este modo, es aconsejable que, cuando uno de los progenitores esté de viaje, la gestión del tiempo en el hogar se alinee con los ritmos habituales. Del mismo modo, es recomendable que el propio viaje se integre en la rutina familiar como una experiencia que tiene un fin positivo.

3. Planificación

Un viaje de trabajo produce una distancia temporal con el hogar. Sin embargo, la perspectiva de esa escapada cambia cuando se afronta desde la planificación. Es decir, la organización es clave para reducir los imprevistos que pueden surgir durante ese periodo de ausencia.

4. El reencuentro es el mejor regalo

En ocasiones, el regreso de un viaje se convierte en ese momento en el que el adulto comparte todos los detalles que ha traído para la familia. Vincular la vuelta a casa con la entrega de regalos puede derivar en el error de intentar compensar la ausencia con obsequios materiales. Sin embargo, el reencuentro y la posibilidad de compartir tiempo de calidad son los mejores regalos.

Sí hay espacio para los detalles sencillos que tienen valor emocional. Es decir, es recomendable que las sorpresas se integren en el propio relato del viaje y expresen un mensaje afectivo.

5. Transmitir calma y tranquilidad

La manera de vivir un próximo viaje cambia en función de las propias expectativas profesionales. Si la persona desea finalizar esa etapa de trayectos frecuentes lejos de casa, puede implicarse en la búsqueda de un empleo que no esté condicionado por esa circunstancia.

En cualquier caso, incluso cuando la experiencia del viaje no se alinea completamente con los deseos personales y el proyecto de vida familiar, es esencial transmitir calma y tranquilidad. El motivo del viaje tiene un fin positivo y el distanciamiento es temporal. Si vives esta situación, no anticipes el futuro a largo plazo. Ocúpate del objetivo del viaje y visualiza el próximo reencuentro.

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