Consejos para evitar la asfixia postural (Parte II)
Un artículo más en el que hablaremos acerca de la asfixia postural y la manera de evitarla. Aprovechamos para invitarte a leer el artículo anterior en el que hemos tratado este tema.
Recordemos que el bebé se desarrolla flotando en el líquido amniótico, y al nacer pasa a un medio seco en donde se vive bajo la fuerza de gravedad. Los pequeños aún no tienen la fuerza necesaria para mantenerse sentados y por eso por unos meses permanecerá tumbado.
Cuando empezamos a sentarlos en su sillita, si no está bien colocado, el propio cuerpo, por la fuerza de gravedad se terminará flexionando sobre sí mismo generando que no se pueda expandir su torso y su abdomen, esa posición provocará que tenga problemas para respirar.
Cuando la cabeza se cae muy adelante se terminará colocando la barbilla en el pecho, así no podrá tomar el aire suficiente.
Cuando la cabeza se cae muy adelante se terminará colocando la barbilla en el pecho, así no podrá tomar el aire suficiente hasta llegar un momento en que se termine cortando el flujo de aire. Si se detecta ese es necesario cambiar de posición de forma urgente.
En el artículo anterior señalamos la importancia de usar la sillita del coche únicamente en el coche, cuando se puede colocar al bebé en la postura correcta y no usarlo por más de una hora y media, si se tienen que hacer trayectos muy largos lo ideal es hacer paradas intermedias en las que se sacará al niño de la silla.
Al referirnos que debe estar bien ubicado nos referimos a que usar el arnés de sujeción adaptado al volumen del cuerpo del bebé de manera en que se sujeten los hombros pegados a la silla y así evitar que se caigan hacia adelante. La cabeza del pequeño siempre tendrá que quedar alineada con el cuerpo y nunca hacia adelante.
En una investigación realizada a 50 recién nacidos a término y 50 bebés prematuros de 36 semanas que se sentaron por unos 60 minutos en una silla de coche homologada. En este trabajo se analizó la saturación de oxígeno de los bebés, concluyendo que 7 de los bebés (3 prematuros y 4 nacidos a término) llegaron a tener una saturación de oxígeno inferior al 90 por ciento por unos 20 minutos. El 12 por ciento de los pequeños prematuros tuvieron apneas, dejando de respirar por unos segundos o bradicardias, su corazón latía más despacio de lo que debería.
Frente a este estudio, y otros similares, los investigadores buscaron diferentes opciones y soluciones para poder evitar los episodios de desaturaciones y apneas. Una buena alternativa es que mediante el empleo de espuma que sujeta la cabeza en posición neutral se llegaban a disminuir las apneas y las saturaciones graves. También se ha presentado un cinturón que cuenta con sensores para ir midiendo la presión y controlando la respiración, además de permitir monitorizar la frecuencia cardíaca.
Para finalizar el artículo reiteramos la importancia de solo usar las sillitas en el coche evitando que si cabeza caiga hacia adelante y que no permanezcan sentados (cuando tienen menos de seis meses) por más de una hora y media.
Vía | Somos mamas
Foto | Pixabay – Alexa fotos
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