Consejos para conducir durante el embarazo
Si bien estar embarazada no es un estado de limitación para nuestra vida diaria, ni de extrema protección, sí debemos tener en cuenta algunas precauciones y cuidados con el fin de proteger la integridad total de ese bebé que se está gestando en nuestro interior.
Uno de esos gestos habituales, que nos ayudan en nuestra vida diaria, es utilizar nuestro propio vehículo. Conducir no supone ningún peligro para la mujer embarazada, aunque sí debemos tener ciertas precauciones y, sobre todo, seguir las normas en su totalidad. No debemos olvidar que cualquier mala práctica, por nimia que nos parezca, puede traer graves consecuencias. Estar cómoda y adaptar el espacio al nuevo estado, son fundamentales, aunque algún consejo más te puede ayudar a viajar con total seguridad conduciendo tu propio automóvil.
Cinco consejos fundamentales para conducir estando embarazada
Conducir durante el embarazo no tiene que suponer un peligro añadido para el desarrollo del bebé. Durante muchos años se ha tenido la errónea idea de que esta práctica era poco recomendable, sobre todo a la hora de utilizar esos dispositivos de seguridad, como es el cinturón. Nada más lejos de la realidad. Sólo es necesario hacer las cosas bien y seguir las indicaciones de los expertos en seguridad vial.
- El cinturón de seguridad es obligatorio Muchas mujeres piensan que el cinturón puede oprimir al bebé en la barriga causándole graves daños. Si lo sabemos colocar bien, no tiene que traer ningún perjuicio, muy al contrario, mucho peor es siempre no llevarlo puesto. La forma adecuada de colocarlo es: la banda central ajustada a la pelvis, por debajo de la barriga, y la lateral, entre los pechos, haciendo fuerza en la clavícula.
- El airbag activado De igual modo sucede con el dispositivo del airbag. Una falsa creencia nos incitaba a desconectarlo en el caso de embarazo. Es importante siempre llevarlo activado, tanto si vamos conduciendo nosotras, como si viajamos de copiloto. Ante un impacto, y junto al cinturón, van a ser fundamentales para que las consecuencias sean menores.
- Variar la distancia al volante Cada persona conduce de una manera y se adapta a los espacios de un modo diferente. Pero durante el embarazo este espacio, entre el asiento y el embarazo, irá variando según nuestra tripa vaya cogiendo más volumen. Lo fundamental es que vayas cómoda y, sobre todo, no muy pegada al volante. Cualquier golpe en esta parte podría ser fatal.
- La banda pélvica Aunque su uso no es obligatorio, y nos debería sobrar con llevar el cinturón de seguridad bien ajustado, los expertos aconsejan su uso con el fin de proteger, mucho más, la zona de la pelvis de la embarazada.
- Comodidad y descansos regulares Es importante que, a la hora de conducir, sea cual sea nuestro estado, nos sintamos cómodos y ligeros, pero si estamos embarazadas, muchísimo más. Por eso llevar una ropa cómoda, amplia y sin limitaciones, nos ayudará a que el viaje se nos haga mucho más liviano, especialmente si es de larga duración. También debemos tener en cuenta las paradas regulares. Bajar del coche, estirar las piernas, pasear un poquito y refrescarnos, deben ser prácticas de las que no se deben prescindir. Piensa que durante la gestación la necesidad de hidratarnos en mayor, el cansancio aumenta y el hinchazón de los pies y las piernas es mucho más habitual que en condiciones normales.
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