Consejos para comprar un colchón de cuna para bebé

Disfrutar de un buen descanso cada día es importante para todos, pero, especialmente para los recién nacidos, que sabemos que duermen más horas que los adultos. Por ello, es fundamental que cuenten con un colchón de cuna de alta calidad, que pueda proporcionarles el descanso necesario para un correcto desarrollo, tanto a nivel físico como intelectual.

Conscientes de ello, en este post te vamos a dar unos consejos clave para elegir el mejor colchón para la cuna de tu bebé, repasando aquellos aspectos a tener en cuenta que no solo te ayudarán a escoger tu colchón, sino también a acertar. Si tienes un bebé y te preocupa su descanso, presta atención y toma nota.

Tips para elegir el colchón de cuna de tu bebé

Material y tamaño

El material y el tamaño son los dos aspectos más importantes al comprar un colchón de cuna, ya que de esto dependerá en gran medida tanto la comodidad como la seguridad nuestros bebés.

El tamaño del colchón lo marcará el tamaño de la cuna, siendo importante, por motivos de seguridad, no escoger un colchón más pequeño que el espacio de la cuna.

Entre las diferentes opciones disponibles, para una cuna de 60×120, desde Sofareva.es recomiendan los colchones viscoelásticos, ya que estos se adaptan a la perfección al cuerpo del bebé, aliviando presiones y reduciendo la agitación durante el sueño, y ofrecen una elevada transpirabilidad.

Firmeza y transpiración

Un colchón de cuna debe ser firme, pero no demasiado, ya que de lo contrario podrá resultar incómodo para el bebé, y no permitirle disfrutar de la comodidad que necesita para un buen descanso. Lo ideal sería un colchón de firmeza media, ni muy blando ni demasiado firme, para así ofrecer confort, garantizando un correcto desarrollo de su espalda. No hay que olvidar que el bebé pasa gran parte del día durmiendo.

¿Un consejo? Opta por un colchón más blando para la primera etapa del bebé, desde su nacimiento hasta aproximadamente los 6 meses, para así reducir la presión del colchón sobre el bebé y prevenir la plagiocefálea, y por un colchón más firme para la segunda etapa del bebé, a partir de los 6 meses aproximadamente, que sostendrá mejor el peso del bebé.

Por otro lado, el colchón debe ser lo más transpirable posible, para así favorecer la circulación de aire en el entorno del bebé, reduciendo la concentración de C02 y el riesgo de síndrome de muerta súbita del lactante.

Un colchón con una buena transpirabilidad evitará sudores excesivos en verano y el frío durante el invierno, y además permitirá una evacuación de la humedad más rápida y eficaz, tanto en aquellos casos en los que el colchón se moje de forma accidental, como cuando hay un elevado nivel de humedad en el ambiente.

Por otro lado, la transpirabilidad mantendrá el colchón más limpio, aireado y sin temperaturas elevadas, lo que significa que a mayor transpirabilidad, mayor higiene.

Seguridad

En cuanto a seguridad, lo más importante es que el colchón quede perfectamente ajustado a la cuna, con el objetivo de evitar posibles huecos entre el colchón y los laterales, por los que podría caer el bebé o que alguna parte de su cuerpo quedase enganchada, con el riesgo que ello supone.

Para ello, es fundamental conocer la medida del colchón exacta, así como hacer uso de las recomendaciones del fabricante.

También recomendamos optar por un colchón que cuente con sistema antiahogo, como una parte de la superficie más porosa. En el mercado existe una gran cantidad de colchones que cuentan con esta tecnología, y que sin duda te ayudarán a que estés mucho más tranquilo o tranquila mientras descansa tu bebé.

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