Las consecuencias hormonales en nuestro organismo (I)

Las consecuencias hormonales en nuestro organismo (I)

Escrito por: Sacra    16 agosto 2009    2 minutos

Ya sabemos que las culpables de todos esos cambios que se producen en nuestro organismo durante el embarazo son las hormonas. Pero ¿de qué cambios estamos hablando? Lógicamente cada cuerpo es un mundo, cada vida es inigualable y, por lo tanto, cada periodo gestacional es distinto e incomparable. De todos modos sí podemos hablar de una serie de reacciones físicas que se manifiestan, con mayor o menor intensidad, en todas las futuras mamás por igual y cuyo desarrollo pertenece a la labor hormonal. Veamos algunas.

Aumento de volumen y sensibilidad mamaria. Desde el primer instante notarás una especial sensibilidad en tus pechos que, poco a poco, irán incrementando su tamaño, esto es por la acción de los estrógenos. Del mismo modo puede que para el tercer trimestre observes algún tipo de secreción en ellos y es que ya se están preparando para iniciar la lactancia.

Incremento de la temperatura corporal. Este cambio lo causa la progesterona y dura hasta el segundo trimestre.

Los sentidos se multiplican. Toda tú eres un radar para notar ciertos olores o sabores de manera extraordinaria. El olfato, junto al gusto, son los sentidos más afectados. La gonadotropina es la causante de ello.

Mareos y náuseas. La acción de las cuatro hormonas en conjunto hacen que tu tensión arterial disminuya por lo que, este descenso, puede causar mareos e, incluso, algún que otro desmayo. Además la gonadotropina, irritando el estómago, es la culpable de las náuseas que se producen en el primer trimestre.

Piel tersa y con aspecto más joven. Es debido a que la glándula tiroides produce dos hormonas (tiroxina y triyodotironina) que mejoran el riesgo sanguíneo.

Congestión nasal. A partir del segundo trimestre es una molestia relativamente común. La progesteron y los estrógenos inflaman las mucosas y nos puede dar la sensación de estar resfriadas.

Prurito o picor. Los estrógenos hacen que el hígado segregue más líquido biliar así que podemos encontrarnos con una sensación molesta de picazón en el vientre, los senos o los muslos. Sólo si se produce en las palmas de las manos o las plantas de los pies deberías consultar con el ginecólogo, ya que podría ser síntoma de algún trastorno en el hígado.

Vía | Crecer Feliz

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