Confianza de los niños en si mismos (hasta los 12 meses)
Los niños necesitan sentirse seguros y protegidos para desarrollar confianza en sí mismos. Al consolar a su bebé, responder a sus gritos y necesidades, hablar y jugar con él, sabe que es amado e importante. Este es el fundamento de la confianza en sí mismos. Con la confianza también hace que sea más fácil para los bebés entrar en situaciones de grupo, tales como tener su propio grupo de niños o la escuela.
El adulto ayuda a que su bebé se sienta seguro y protegido cuando, por ejemplo, responde a sus gritos y otras comunicaciones. Una forma es acercarse al bebé cuando necesita consuelo o conseguirle el juguete cuando lo está señalando en algún lugar de la habitación, además de mostrarle tu amor y afecto hacia él. Este es el lazo de amor entre el adulto y su bebé que le hace sentirse lo suficientemente seguro para alejarse de tí (poco a poco) y explorar para conocer. El bebé ha aprendido a confiar en que el adulto siempre estará allí para él. Esta confianza aumenta la suya.
Sentirse bien consigo mismos y sentirse capaces de hacer cosas son dos partes muy importantes para los bebés en el desarrollo de la auto-confianza. Los bebés aprenden que pueden desarrollar cualquier acción cuando tienen éxito en una tarea o descubren una nueva habilidad. Despliegan un sentido positivo de la autoestima y la confianza en sí mismos a través del juego y las interacciones que tienen con los adultos en sus vidas. Nosotros, los padres, los seres queridos, debemos reflejar el sentir hacia ellos esa admiración por el trabajo bien hecho: Eres inteligente. Entiendes las cosas. Te queremos. Me haces reír.
El adulto puede cuidar a su hijo dándole confianza en sí mismo, lo cual le proporciona el apoyo que necesita para realizar una tarea, en lugar de hacerlo por él. Su reacción importa. Los niños aprenden observando e imitando a las personas importantes en su vida. En primer lugar, el adulto más cercano (habitualmente el padre o la madre).
Ante una situación nueva, se puede apreciar su reacción. Si se le ve tranquilo, confiado, feliz, que sabe que está en un lugar seguro. Esta circunstancia le transmite seguridad y confianza a la vez. Otra forma de confianza es cuando se enfrentan a una situación difícil, como tener problemas a la hora de construir un nuevo juguete para el bebé. Cuando este ve que el adulto mantiene la calma y no se da por vencido, le está enseñando que él también puede acometer esa situación con solvencia.
Los niños necesitan mucha práctica para conseguir la auto-confianza en si mismos. Hacer las cosas una y otra vez, dominar las habilidades de su día a día. Sólo hay que ver el orgullo que un bebé muestra cuando capta un ruido y él llega a reproducirlo. Es a través de la práctica cuando el bebé aumenta su confianza. La superación de retos, el conseguir realizar determinadas actividades al cabo de varios días. Son acciones que permiten el incremento de la confianza en sí mismos y el ir afrontando poco a poco un día a día que, con el paso del tiempo, se vuelve ligeramente más complejo.
Vía | zerotothree
Foto | flickr-Gato Azul
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