Conciliación: ¿Qué es el derecho a la desconexión digital?
Durante las vacaciones de verano, la conciliación de la vida laboral y familiar plantea retos importantes. Sin embargo, la conciliación es un objetivo esencial durante todo el año.
Existen algunos derechos que están alineados con este equilibrio entre ambos planos de la existencia. El derecho a la desconexión digital protege el tiempo de descanso de los trabajadores de la empresa, más allá de cuáles sean sus circunstancias personales.
Aplicación práctica del derecho de desconexión digital
En este espacio de tiempo, el profesional no tiene la responsabilidad de atender el correo electrónico o las llamadas de teléfono. Esta es una medida regulada por ley que potencia el respeto a la intimidad familiar y personal. Por ello, tiene campo de aplicación en los periodos de descanso.
La desconexión digital no solo es aplicable en los puestos de empleo que se desarrollan de forma presencial, sino también en el teletrabajo. Dicha modalidad ha experimentado un notable crecimiento en el periodo reciente. Además, muchas personas, tras haber formado una familia, se reinventan profesionalmente y buscan un empleo que pueda desarrollarse a distancia. El trabajo desde casa presenta ventajas, pero también dificultades. Puede que te resulte más difícil todavía diferenciar los tiempos principales que estructuran tu jornada.
Diferenciar la vida personal y la profesional
La falta de desconexión laboral, por el contrario, produce efectos negativos en la calidad de vida del empleado. Por una parte, esta situación afecta a su descanso. Ya que, en esa situación, el trabajador no desconecta plenamente de los asuntos laborales. Por otra parte, esta realidad interfiere de manera negativa en la vida familiar, puesto que, en ese caso, no existe una verdadera presencia consciente. Un padre o una madre pueden encontrarse físicamente cerca de sus seres queridos y, sin embargo, no estar plenamente concentrados en aquello que ocurre en ese momento.
La aplicación práctica de este derecho ayuda a establecer una mayor diferenciación entre la vida profesional y el hogar. Es decir, mejora la conciliación. Una separación que ayuda a disfrutar más plenamente de cada ámbito. La tecnología reduce la distancia entre dos lugares, así ocurre cuando puedes comunicarte con alguien que no está presencialmente en el sitio en el que te encuentras. Pero, por otra parte, también puede distanciarte del momento presente. Así lo muestran las contradicciones de una sociedad hiperconectada. Los profesionales pueden conectarse a dispositivos digitales durante su tiempo libre, pero estos dispositivos no tienen un carácter profesional.
Un derecho que protege la salud de los empleados
La carrera profesional puede ser tan exigente que quizá una persona sienta que está dedicando más espacio a este ámbito que a su vida personal o familiar. Este es un derecho que protege el bienestar y la salud de todos los trabajadores, más allá de sus circunstancias personales. El uso constante de la tecnología también produce efectos emocionales como el estrés, la dependencia, problemas de comunicación familiar o dificultades para desconectar de lo laboral.
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