Comunicación desde el yo: cómo influye en educación de tu hijo
Las carencias que se manifiestan en el ámbito de la comunicación familiar pueden convertirse en un impuso para padres y madres que desean desarrollar nuevas habilidades. La comunicación desde el yo pone en valor el significado de la asertividad. A diferencia de aquellos mensajes que muestran un tono de reproche o ataque personal, la práctica de la comunicación desde el yo es clave para que el emisor conecte con sus emociones y sentimientos.
Es decir, aporta una perspectiva esencial para que padres y madres reflexionen sobre aquello que quieren decir antes de expresar un mensaje significativo. Es un estilo de comunicación que, por otra parte, ofrece un modelo positivo a los niños.
Qué es la comunicación yoica
La comunicación desde el yo refleja la fuerza de aquellos verbos que se expresan en primera persona del singular. Los mensajes que tienen esta estructura no son sinónimo de ego o exceso de protagonismo. Expresan una petición, una necesidad o un deseo. Pero son esenciales para cuidar de forma consciente aquello que se dice. El modo en el que se expresa el mensaje alimenta la empatía y la escucha en el interlocutor.
Es recomendable entrenar el uso de los mensajes desde el yo en cualquier contexto de la vida familiar. Pero son especialmente importantes en momentos de conflicto o enfado. Es decir, se convierten en una herramienta clave en aquellos instantes en los que la paciencia empieza a agotarse. Los mensajes desde el yo crean un puente de entendimiento puesto que, a través de ellos, el emisor hace partícipe al interlocutor de una información clave. Por este motivo, son esenciales en el diálogo de pareja y en la interacción con los hijos.
Los mensajes desde el yo nos recuerdan que en torno a una situación se producen vivencias diferentes. Por esta razón, las suposiciones e interpretaciones que se adentran en aquello que ha sentido el otro pueden dar lugar a equivocaciones. Los mensajes desde el yo facilitan el entendimiento. Padres y madres pueden utilizar la asertividad para asumir la responsabilidad de sus palabras.
Como comentamos, se expresan en primera persona del singular. Por ello, ofrecen un esquema claro para transmitir una información sin dar rodeos.
Educar desde la inteligencia emocional
Los mensajes en yo te ofrecen una herramienta clave para integrar la inteligencia emocional en la comunicación con tus hijos. El mensaje se comunica desde el yo pero tiene en cuenta la sensibilidad del interlocutor. Es decir, se transmite en un tono asertivo. Es un lenguaje que se basa en el respeto y la amabilidad. El enfado es una emoción saludable: utilizar la asertividad no significa negar la realidad del enfado, sino exteriorizar ese sentimiento de una forma que no traslada el peso de la rabia al otro. El emisor explica cómo se ha sentido a partir de un hecho específico.
Los mensajes en yo pueden transformar por completo el modo de afrontar una conversación familiar, si este enfoque se pone en comparación con el tono de los reproches o las quejas que culpan al otro.
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