Compras navideñas: cómo practicar el consumo responsable
El consumo responsable puede transformar la manera de planificar y disfrutar las fiestas de Navidad en familias con niños. El consumismo promueve el exceso, la apariencia y la importancia del tener. El consumo responsable alinea las decisiones de compra con el bienestar familiar, el cuidado de las finanzas y la protección del entorno. En El Blog Infantil compartimos siete consejos para alimentar el consumo responsable.
1. Aplazar compras evitables
Existen gastos que pueden trasladarse a otro periodo del año. De hecho, es una medida práctica para aprovechar los descuentos de las rebajas de enero.
2. Integrar el ahorro en el presupuesto destinado a las fiestas
El presupuesto es un medio esencial para planificar las decisiones de compra que forman parte de los preparativos navideños. Sin embargo, el documento no debe dejar en un segundo plano el objetivo del ahorro, aunque sea en una proporción pequeña.
3. Aprovechar los recursos disponibles en el hogar
Con frecuencia, la Navidad se convierte en sinónimo de comprar más de lo necesario. Sin embargo, también ofrece la ocasión ideal para aprovechar conscientemente los recursos disponibles en el hogar y en el entorno. Antes de adquirir nuevos materiales, quizá sea posible identificar otros elementos que tienen una larga vida.
4. Priorizar las experiencias
Cada familia invierte una cantidad concreta en la planificación de las fiestas. Pero la inversión realizada también puede mostrar una perspectiva distinta y más valiosa: el tiempo. Así ocurre cuando el tiempo se destina de forma consciente a objetivos que se alinean con las expectativas personales y familiares. Por ejemplo, la participación en proyectos solidarios, la realización de planes culturales, el encuentro con otros seres queridos o el descanso.
5. Comprar en el barrio
Las compras en el comercio de proximidad producen un efecto positivo que repercute en las familias. En primer lugar, son esenciales para que aquellos servicios de cercanía que dan vida a los barrios puedan permanecer a largo plazo. De este modo, aumenta la oferta comercial en el entorno cercano al domicilio. Esta medida puede aplicarse en sectores diferentes durante las fiestas: decoración, alimentación, moda, libros o productos especiales.
6. Vivir una navidad en coherencia con valores que educan a los niños
El exceso no alimenta la felicidad, el bienestar o la autoestima infantil. Por el contrario, genera altas expectativas que, con frecuencia, son imposibles de llevar a la práctica o generan numerosos efectos cuando se materializan durante el periodo navideño. El consumo responsable está en sintonía con valores que educan al ser humano, en todas las etapas de la vida. En consecuencia, producen una influencia positiva en los niños.
7. Las bibliotecas permanecen abiertas durante la Navidad
Durante la Navidad es importante dedicar tiempo a actividades culturales. Muchas iniciativas tienen un precio asequible. En otros casos, como en el de las bibliotecas, el acceso a los recursos es totalmente gratuito. Es necesario contar con el carnet de usuario para coger libros infantiles u otros materiales educativos en préstamo. Pero este documento no un requisito esencial para visitar las instalaciones o participar en las actividades que se llevan a cabo en el lugar como, por ejemplo, en la programación de cuentacuentos.
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