El comportamiento:la conducta desafiante(II)
Los seres humanos, al no cumplir con nuestras expectativas o no conseguir determinados objetivos, tendemos a situarnos en un estado de frustración que podemos manifestar de varias maneras. Lo mismo sucede en los niños, sólo que ellos tienen menos facilidad, debido a su desarrollo, para exteriorizar esas sensaciones.
Para poder manejar esas sensaciones se necesita el auto-control, algo que los adultos si tenemos más acrecentado (aunque hay excepciones) y los niños no, por lo que son propensos a expresarlo de manera menos clara y constructiva.
Escucharle como si de un amigo se tratara, ayuda a entenderlo y plantear una posible solución a ese problema puntual. La forma de exteriorizar puede ir desde pintar cuatro garabatos en un papel de manera inconformista o darle un par de puñetazos a un cojín. Es una manera de expresar los sentimientos mientras aprende a controlarse.
Meternos en su piel crea una mayor complicidad con ellos. El intentar sentir lo que ellos sienten para poder darles una solución correcta. Podemos incluso ayudarnos de algún que otro objeto para demostrarles que todo tiene solución y no tienen por que ahogarse en un vaso de agua. O a través de los juegos en los que hay existe una especie de cadena para concretar en una acción final.
Pero, sobre todo, debe de aprender por si mismo. Hay que dejar que tomen sus propias decisiones, siempre dentro de un orden, para que den con lo correcto, con lo adecuado. Sólo así aprenderán a pulir su auto-control cuando llegue el momento adecuado.
Via | Zerotothree
Foto | flickr-luis anzo