Cómo utilizar la técnica del disco rayado con niños

Existen situaciones de la vida cotidiana en las que la comunicación parece no llegar a un punto definitivo. La interacción se prolonga de forma interminable sin concretarse en una conclusión final. Y, además, el proceso muestra un patrón repetido que impide avanzar a quienes están inmersos en el contexto.

Imagina ese momento en el que el niño no atiende a una indicación y muestra su disconformidad con quejas y palabras que tienen como objetivo hacerte cambiar de opinión. ¿Cómo transmitir un mensaje claro, firme y directo? Existe una técnica de comunicación que puedes utilizar: el disco rayado es un ejemplo de asertividad.

En qué consiste la técnica del disco rayado

El nombre de la técnica a la que hacemos referencia puede recordarte a ese momento en el que una canción no sigue su curso habitual sino que repite el mismo contenido. Traslada esa idea al plano de la comunicación interpersonal. En ese caso, es importante que expreses tantas veces como sea necesario el mensaje principal que quieres trasmitir a tu hijo. Es decir, evita dar más rodeos o buscar otros argumentos. Utiliza una misma respuesta, aunque cambies algunas palabras, para verbalizar el mensaje.

Esta técnica es especialmente recomendable en aquellos momentos en los que sientes que la situación pone a prueba tu paciencia. Por otra parte, pon el foco de atención en la idea principal, aquella que se repite en la interacción con el niño. Cuida también la forma en la que la transmites. Intenta que la impaciencia o el cansancio no se reflejen en tu tono de voz. Muestra amabilidad y cercanía.

¿En qué momento puede ayudarte esta técnica?

Cuando quieres definir con firmeza un límite que el niño se resiste a aceptar. Es positivo que expliques el motivo de la decisión en un lenguaje sencillo. Sin embargo, puede ocurrir que cualquier comentario encuentre la respuesta de la insistencia infantil. El disco rayado te ofrece una herramienta asertiva para educar y generar un cambio en una conversación que se ha estancado de forma definitiva.

Conviene puntualizar que la técnica del disco rayado no solo puede utilizarse en la comunicación con niños. También está muy presente en el plano profesional. Ten en cuenta que puede servirte de apoyo en aquellos momentos en los que quieres expresar una idea, sin tener que dar más explicaciones o justificarte en torno a un hecho concreto. En ocasiones, «decir no» supone un auténtico desafío personal (cuando produce incomodidad o preocupación). Pues bien, la técnica te permite encontrar una fórmula que exprese aquello que quieres decir y transmitir firmeza en el mensaje. Una situación que también puedes experimentar en diferentes situaciones de la rutina. Por ejemplo, cuando la respuesta a una petición del niño es no.

Por tanto, la técnica del disco rayado te ofrece una herramienta de ayuda para practicar la asertividad en la comunicación con tu hijo.

Educación #comunicacion #dialogo